Invertir en divisas

La compraventa de moneda es más ventajosa y precisa menos capital inicial que las operaciones con acciones
Por José Ignacio Recio 3 de noviembre de 2008
Img divisas
Imagen: Paul Falardeau

La negociación intradía en el mercado de divisas es una alternativa real a las operaciones bursátiles en este mismo intervalo temporal, sobre todo cuando la renta variable internacional está llena de incertidumbres y los ahorradores se plantean dejar este mercado financiero para acudir a fórmulas de inversión que les reporten más alegrías. La inversión intradía es, en muchos aspectos, más ventajosa incluso que la compra de acciones o futuros, ya que se puede operar las 24 horas del día y requiere mucho menos capital inicial que la negociación con acciones. Aunque también tiene inconvenientes, como el hecho de ser un mercado desconocido para gran parte de los usuarios financieros.

El mercado de divisas es conocido como «interbancario» porque históricamente ha sido controlado por las instituciones bancarias (bancos centrales, bancos comerciales y bancos de inversión). Sin embargo, en los últimos años ha crecido de manera espectacular el porcentaje de otros participantes. Si hasta hace poco tiempo no eran muchas las entidades que proporcionaban esta forma de inversión, ésta empieza a activarse dentro de la lista de servicios financieros que ofrecen bancos y cajas de ahorro a sus clientes, e incluso se diseñan promociones para que los pequeños y medianos inversores tomen contacto con este mercado. Con esta nueva línea de actuación de las entidades, un usuario puede realizar operaciones intradía con divisas, eligiendo la moneda que considere más oportuna de entre las que disponga su entidad. Las más importantes (dólar estadounidense, libra esterlina, franco suizo…) se pueden encontrar en la mayoría de las ofertas, aunque cada banco opera con un determinado número de divisas.

Las divisas más negociadas son las de los países con gobiernos estables, bancos centrales con cierta influencia y baja inflación

Las divisas más negociadas -o más «líquidas»- son las de los países que tienen gobiernos estables, poseen bancos centrales con cierta influencia, y baja inflación. La mayoría de las operaciones, pues, se refieren en la actualidad a la compra y venta del dólar estadounidense, el yen japonés, el euro, la libra británica, el franco suizo, el dólar canadiense y el dólar australiano.

Las características del mercado

El servicio intradía para divisas permite obtener beneficios a través de la correcta anticipación de la tendencia de una divisa en una sesión. En función de la fluctuación esperada de una determinada divisa, se puede comprar o vender para después realizar la operación inversa a un precio menor o mayor, respectivamente. De esta forma, con una inversión reducida se pueden obtener importantes beneficios en el caso de que se cumplan las expectativas que el inversor tiene sobre el comportamiento de la divisa en cuestión durante la sesión. Por contra, una evolución desfavorable puede traducirse en fuertes pérdidas. Operar en el mercado interbancario lleva aparejados considerables riesgos para los que el usuario debe estar preparado, y asumir que se trata de una inversión altamente especializada. Si no se conoce bien su mecánica, este mercado puede resultar peligroso para los intereses del inversor.

El mercado de divisas no cierra y su operativa empieza todos los días en Asia para luego trasladarse a otros puntos del mundo, a medida que comienza la jornada de negocios en los centros financieros: Europa primero, y Estados Unidos después. A diferencia de los demás mercados, los inversores pueden operar en respuesta a las fluctuaciones de las divisas -causadas por cuestiones económicas, sociales o políticas- en el momento que lo deseen, tanto si es de día como de noche.

Con una inversión reducida se pueden obtener importantes beneficios, aunque cuando hay pérdidas éstas son también pronunciadas

Para poder operar en este mercado sólo es necesario darse de alta en el servicio que tenga la entidad para realizar tales operaciones, y establecer un límite de riesgo máximo para una sesión -tope que en ningún caso se podrá rebasar, aunque si se desea aumentar se puede solicitar directamente al banco-. Cuando un cliente desea darse de baja en el servicio, puede hacerlo en el momento que desee, siempre y cuando tenga todas las posiciones cerradas. El porcentaje de efectivo que hay que aportar para abrir una posición se determina para cada una de las divisas en función de la variación del precio y de la volatilidad de la moneda. Se retiene en el momento de introducir la orden de apertura de posición, sea ésta una compra o una venta.

En las operaciones de compra y venta al contado la banca on line, que es quien mayoritariamente comercializa estas operaciones, no cobra ningún tipo de comisión, mientras que en las operaciones intradía, tanto en apertura como en cierre, aplica una tarifa de 12 euros en cantidades inferiores a 18.000 euros, y de 12 euros más el 0,05% sobre el importe de la operación cuando se excede esta cifra. Se cobra, además, otra comisión para los casos en los que el cliente deja una posición abierta y el banco o caja de ahorros debe introducir una orden a mercado para cerrarla, en este caso es de 30 euros más el 0,20% sobre el importe de la operación.

Órdenes stop

Al igual que ocurre con la renta variable, en esta fórmula de inversión también se pueden dar órdenes stop. Este procedimiento, de gran utilidad para el inversor, permite a éste definir un criterio de parada de pérdidas (stop-loss) o recogida de beneficios (stop-profit) para una posición determinada. Tiene las siguientes características:

  • Pueden introducirse condiciones sobre la posición abierta existente no ordenada a cierre.
  • En la orden stop se establece un precio y una condición de activación (mayor o igual/menor o igual) y se informa sobre el efectivo y precio límite que debe tener la orden que se genere cuando se cumpla la condición.

  • Es posible introducir tantas órdenes stop como quiera el usuario, de forma que pueden definirse distintos niveles de parada de pérdidas y recogida de beneficios con sólo introducir varias órdenes, cada una de ellas por el efectivo que se desee.

  • Al cumplirse la condición de activación, la orden stop generará automáticamente una orden limitada al precio establecido y por el efectivo indicados.

  • Las órdenes stop no están vinculadas a una orden de apertura en concreto, sino a la totalidad de la posición. En el caso de que existan varias, se activará una u otra dependiendo de la evolución del precio, y siempre que exista efectivo pendiente en la posición del cliente.

  • Es posible que se cumpla la condición de activación de una orden stop pero no haya efectivo suficientes en la posición en ese momento, debido a uno o varios motivos: la posición ya está cerrada, se han dado de alta órdenes de cierre por la totalidad o parte de la posición, o se ha cumplido la condición de activación de otras órdenes de estas características y se han generado órdenes limitadas por la totalidad o parte de la posición. En estos casos, la orden stop quedará sin efecto en su totalidad.

Fiscalidad de las divisas

El tratamiento fiscal de las órdenes de divisas introducidas a través de los servicios que operan con estos activos financieros no es distinto del que recibe cualquier otra orden; se aplica en el cálculo de las plusvalías de las ventas el método denominado «FIFO». Es decir, se considera que se está vendiendo la divisa cuya fecha de adquisición sea más antigua, independientemente de la cuenta corriente y entidad en que el cliente la tenga depositada.

Este método se basa en la apreciación de que lo primero que entra es lo primero en salir, de ahí que su apreciación se adapte más a la realidad del mercado, pues emplea una valoración basada en costos más recientes.

LAS PAUTAS DE INVERSIÓN

Cuando se toma la decisión de operar mercados tan especializados como el interbancario se debe tener en cuenta la importancia de protegerse. Algunas pautas que se deben seguir para operar en el mercado de divisas son:

  • Poseer un profundo conocimiento de los mercados de divisas.
  • Conocer que encierran un potencial de pérdida en función de la evolución de los mercados.

  • Tener en cuenta que exigen la constante vigilancia de su posición abierta y una actuación diligente para recoger los beneficios o, en su caso, limitar las pérdidas cerrando la posición.

  • Saber que pueden ser temporalmente suspendidas si la situación de los mercados o la posición global abierta así lo recomienda.

  • Tener en consideración que hay comisiones especiales de gestión en el caso concreto de que la entidad financiera se vea obligado a actuar en nombre del cliente para cerrar las posiciones que permanezcan abiertas al final de cada sesión, que suele ser de 30 euros más un tanto por ciento determinado sobre la cantidad invertida.

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