Las recientes bajadas que ha aplicado el Banco Central Europeo a los tipos de interés han afectado a la nueva hornada de depósitos, dejando atrás las ofertas en las que proporcionaban una rentabilidad de hasta el 12% o incluso el 15%. La nueva tendencia depositaria es la de ofrecer productos en los que prima la seguridad, aunque a cambio de una menor rentabilidad, que en pocos casos rebasa el 5%, la más baja de los últimos ejercicios.
Los bancos han acabado con la generosidad de hace unos meses y aplican para sus depósitos tipos que oscilan entre el 2,3% y el 5%, por término medio. Es cierto que en algunos productos se puede conseguir un 1% o 2% de rentabilidad adicional, pero sólo aplicables a periodos muy cortos -de entre uno y tres meses- para posteriormente referenciarlos bien a otras inversiones, bien al principal índice europeo. El descenso de rentabilidad ha provocado que estos productos pierdan atractivo entre los clientes bancarios, por lo que bajo diferentes fórmulas las entidades tratan de captar el pasivo. Por regla general, la mayoría de estas ofertas están destinadas para nuevo dinero o nuevos clientes. Para compensar la bajada de rentabilidad de los últimos meses, no faltan los regalos; tampoco las imposiciones de carácter solidario que destinan los rendimientos de este producto a alguna ONG. Y algunos bancos y cajas de ahorro emplean estrategias más agresivas, incrementando la rentabilidad de los depósitos a cambio de que el suscriptor consiga atraer más clientes a la entidad, que también se beneficiarán de la oferta.
En esta nueva ola de depósitos el capital mínimo exigido para su contratación es mínimo
En la última oleada de depósitos se detecta un descenso apreciable de los productos estructurados o referenciados. En su lugar hay imposiciones más sencillas de suscribir que necesitan menos requisitos, y que en algunos casos ofrecen una liquidez total sobre el capital invertido. No son muy llamativos ni dan grandes rentabilidades, pero proporcionan una mayor seguridad para los ahorros. Tampoco conviene olvidar el incremento que está experimentando la oferta de depósitos que sólo pueden contratarse por Internet, con unas condiciones sensiblemente mejores que las de los tradicionales.
Por otro lado, es relevante el hecho de que en esta nueva ola de depósitos el capital mínimo que hay que desembolsar para suscribirlos es muy exiguo, y pueden contratarse productos desde 200 euros y con un máximo de 50.000 euros, que se adaptan de este modo a todas las economías domésticas. El plazo de permanencia oscila, en todos los casos, entre tres y 12 meses.
Compensar la baja rentabilidad
Todos los bancos y cajas de ahorro han bajado la rentabilidad de estos productos y están tratando de sustituirla por otra serie de ventajas menos tangibles para los clientes: promociones, regalos, tramos mejor remunerados, para nuevos clientes, etc. BBK, por ejemplo, ha apostado por el «Depósito Vinculación» que garantiza el 5% TAE durante tres meses. Es un producto a plazo fijo que se caracteriza porque no dispone de comisiones ni gastos de ningún tipo que puedan minorar la rentabilidad final, y porque únicamente se puede contratar por personas físicas que tengan determinadas vinculaciones con la entidad emisora (cuenta corriente o libreta de ahorro, tarjeta de débito o crédito, domiciliada la nómina, pensión o seguros sociales de autónomos). Además, el suscriptor debe hacer una aportación a un plan de pensiones, o pagar la prima de un seguro de vida u hogar. El importe máximo para suscribirlo es de hasta 20.000 euros. Caja Vital incluye entre su lista de productos el «Depósito Vital 6» que ofrece una rentabilidad del 2,263% para un plazo de seis meses, desde 3.000 a 60.000 euros, aunque la oferta es exclusiva para personas físicas y para dinero nuevo o incremento de saldo. Otra variante más llamativa es la que proporciona Caja Segovia a través del «Depósito Solidario», cuya principal aportación reside en que el importe neto de los rendimientos de este producto de ahorro irán destinados a una ONG, junto a una cantidad por idéntico importe donada por la entidad emisora, pudiéndose contratar a partir de 200 euros, uno de los límites más bajos que ofrece el mercado.
Las estrategias más agresivas incrementan la rentabilidad de los depósitos a cambio de que el suscriptor atraiga nuevos clientes
Caja Duero ha lanzado para este nuevo periodo el «NetDuero Premier», un depósito a tres meses exclusivo para dinero procedente de otras entidades y que ofrece una rentabilidad del 4,91%. La modalidad de depósitos de bienvenida también está representada por Ibercaja con su «Depósito Bienvenida Directo», que ofrece el 4,79% durante nueve meses para nuevos clientes. Aunque desde esta perspectiva, la idea más innovadora es la de la entidad on line Activo Bank, que potencia un depósito cuya rentabilidad es del 6% siempre que el suscriptor proporcione un nuevo cliente a la entidad. El Banco Gallego cuenta con el depósito «Amigo», que en línea con la rentabilidad ofrecida por el mercado, proporciona el 5% TAE, también para productos destinados a dinero nuevo; en este caso, para una inversión de entre 6.000 y 300.000 euros.
Otra fórmula muy extendida entre las entidades para vender sus depósitos es la de limitar su contratación exclusivamente a Internet. Cada vez es mayor la oferta, y las condiciones son mejores y más beneficiosas que las de la banca tradicional. Es la alternativa que ofrece a sus clientes, por ejemplo, Caixa Galicia bajo el nombre de «On Depósito 4%», que es el tipo de interés que ofrece a un plazo de tres meses y que se puede suscribir a partir de un capital mínimo de 3.000 euros. Más ejemplos: el Banco Popular para este nuevo ejercicio ha confeccionado el «Depósito Claro» a 14 meses para una inversión mínima de 300 euros, ofreciendo una rentabilidad del 3,75% TAE. Uno-e, la división de Internet del BBVA, cuenta con el «Depósito Doble Tipo», a un plazo de seis meses al 7% nominal durante el primer mes, y el resto del periodo vinculado al índice de referencia europeo a un mes menos 0,25 puntos porcentuales, con un 5,06% TAE, para importes desde 1.000 a 100.000 euros.
Vinculados a otros activos
Bancos y cajas, en otra estrategia, vinculan los depósitos con otros activos financieros. La oferta es muy dispar y entre las más llamativas está la propuesta de Caixanova con el «Depósito Bogart», que destina el 50% del dinero del cliente a un depósito a seis meses al 6% TAE; el otro 50%, a 24 meses, y que permite conseguir la mayor de las dos opciones siguientes: una rentabilidad vinculada a la evolución del «Ibex-35» o un cupón del 2%. La Caja de Ahorros de la Inmaculada apuesta por el «Depósito Doble», compuesto por dos partes diferenciadas, combinando el interés fijo a un año de una parte, con el interés referenciado también a la evolución del «Ibex-35» de la otra. Tiene una inversión mínima valorada en 6.000 euros. La Caja de Ahorros del Mediterráneo, siguiendo esta estrategia, ofrece el «Depósito Doble Seguridad», con uno de los mayores tipos de interés, el 6%, para un plazo de 12 meses. Se puede suscribir de 3.000 a 50.000 euros y, destaca porque el pago de la prima es mensual, una ventaja para los clientes que valoran la liquidez de estos productos.
La propuesta de Cajasur es el depósito «Doble Garantía», un producto a cinco años que garantiza la totalidad del capital invertido, proporcionando durante los primeros meses una rentabilidad del 7%, para posteriormente vinculado al Euribor a seis meses más 0,75 puntos básicos hasta su vencimiento. El «Depósito Siempre Disponible», de Caixa de Catalunya, es una imposición a plazo que ofrece una remuneración superior a los tipos de mercado, además de la tranquilidad de poder disponer del dinero en cualquier momento sin penalizaciones sobre el tipo de interés. Ing Direct propone los nuevos depósitos naranjas, con los que se puede conseguir hasta un 4% TAE de rentabilidad con la ventaja de disponer siempre del dinero.
- Estos depósitos han bajado su rentabilidad hasta el 5%-6%, en el mejor de los casos.
- Priman la seguridad con respecto a otros parámetros que proporcionaban mayor rentabilidad.
- Se ha incrementado la oferta a través de la Red.
- Fomentan la disponibilidad de la liquidez del capital invertido.
- Aparecen nuevas fórmulas para atraer más clientes.
- Han reducido las estrategias para referenciarlos a otros productos o servicios financieros.
- Son más sencillos de suscribir ya que las cláusulas de sus contratos están debidamente delimitadas.
- Evitan en lo posible cualquier penalización que reste competitividad al producto.