La tendencia alcista de los metales preciosos -oro, plata, paladio y platino- y su etiqueta de “valores seguros” se han instalado en el mercado con la consolidación de la crisis. Como resultado, los fondos especializados en metales han obtenido ganancias de hasta dos puntos por encima del promedio general de los fondos de inversión. Aunque este tipo de productos han sido los preferidos por los pequeños inversores, la revalorización de los principales metales preciosos parece imponer la conveniencia de comprar lingotes y monedas para obtener mejores rentabilidades.
Repunte sostenido
Imagen: Bullion Vault
No es una novedad: desde que la debacle del mundo financiero minó las posibilidades de inversión con riesgos de pérdida o bajas rentabilidades, los metales preciosos han tenido un repunte sostenido. Se han convertido en un valor seguro para destinar los ahorros y ganar algo de dinero, o para vender joyas y financiar a corto plazo la economía doméstica. Una mirada a algunos resultados financieros de este año así lo confirma: mientras que los bonos han arrojado una rentabilidad apenas superior al 4,5%, los fondos de inversión en metales preciosos han tenido un beneficio anual por encima del 6% y los especializados en oro, hasta el 12%.
La mayoría de fondos de inversión especializados en metales preciosos brinda entre el 5% y el 15% de rendimiento anual
El gramo de oro en el mercado alcanza 32 euros, frente a los 24 euros de hace un año y los 15 euros de hace dos (una revalorización superior al 100% en dos años). La plata se revalorizó en 2009 por encima del 61% respecto al año anterior. Los fondos de inversión especializados en oro o en metales preciosos resultan atractivos por su rentabilidad y dominan la oferta dirigida a los pequeños ahorradores. La mayoría brinda entre el 5% y el 15% de rendimiento anual, según el grado de riesgo o plazos.
No obstante, ésta no es la única manera de aprovechar los atractivos rendimientos de los metales preciosos de los últimos años. La evolución de los precios y el alza en la cotización de los principales metales indica que los mayores beneficios se alcanzan con la compra física de lingotes y monedas.
Diversas formas de comprar metal
La compra física de metales preciosos ha sido una de las últimas innovaciones, incluso para los fondos de inversión. En efecto, el reciente lanzamiento en EE.UU. de fondos cotizados en Bolsa y respaldados en platino y paladio, conservados y almacenados en cámaras de seguridad, ha llevado a estos metales a sus precios máximos desde 2008.
El platino y el paladio son los metales con un comportamiento alcista
Tanto el oro como la plata, el platino y el paladio pueden adquirirse en pequeñas cantidades en el mercado, de diversas maneras. Al contado, los grandes bancos proponen a sus clientes operaciones seguras en sus sucursales, que no implican el movimiento físico del metal: se opera con papeles, lo que reduce de modo considerable el riesgo de la manipulación. También las tiendas especializadas ofrecen a los clientes minoristas lingotes y monedas, y algunos sitios de Internet han consolidado en los últimos años un sistema de comercialización segura, con amplias posibilidades de control por parte del cliente.
Entre los metales preciosos, el platino y el paladio muestran un comportamiento alcista, por lo que conviene conocer su proyección hacia el futuro.
Metales emergentes
Tanto el paladio como el platino han sido metales secundarios y «recientes» en comparación con la plata y el oro. El paladio es un derivado del platino y se aisló como metal precioso hace menos de 200 años. A finales de los setenta, los comerciantes de Zurich y Londres se pusieron de acuerdo para venderlo en forma de lingotes, con unas medidas estandarizadas. Su venta se extendió al público general en 1987, con la creación del «London Platinum and Palladium Market» (LPPM, Mercado de Londres para el Platino y el Paladio).
Estos metales -a diferencia del oro, cuya mayor demanda proviene de la joyería y de su uso como valor refugio- tienen una amplia demanda industrial, en particular, automotriz: se emplean para catalizadores de automóviles. Aunque este año han alcanzado su precio máximo desde 2008, ya en 2009 tanto el platino como el paladio tuvieron una revalorización superior a la del hermano mayor de los metales, el oro. El platino tuvo un alza interanual del 67,4% y el paladio ganó un 135,2%.
En 2009, el platino tuvo un alza interanual del 67,4% y el paladio ganó un 135,2%
Para evaluar el atractivo de estos metales, además del comportamiento reciente de su cotización, hay que considerar sus perspectivas de futuro. Según los principales analistas, tras la crisis se prevé un aumento de la demanda de platino y paladio para recuperar los stocks que ha perdido la industria del automóvil por el parón económico mundial. De esta manera, los principales referentes del sector indican que el precio máximo se alcanzará en 2011, lo que podría invitar a destinar algunos ahorros a estos metales, con perspectivas alentadoras de ganancia en el medio plazo.
Con la subida de los metales preciosos, se imponen nuevas tendencias y negocios. La venta de información minera basada en la recuperación de viejas exploraciones y mapas españoles ha tenido un importante crecimiento en los últimos tiempos. La respalda una empresa valenciana con experiencia en exploración y explotación minera en Sudáfrica e Iberoamérica, que ha puesto a la venta más de 200 indicios auríferos localizados en España. Aporta información detallada sobre dónde se ubican posibles yacimientos de oro sin explotar o que se abandonaron por alguna razón en el pasado. Sus responsables aseguran que han invertido en este negocio más de 350.000 euros.
Más allá del mundo de las inversiones, el alza del metal se ha transformado en el sostén de algunas familias afectadas por la crisis en España, a través de la venta de joyas en el mercado de compraventa. El número de negocios dedicados a la compra-venta de oro se ha duplicado en todo el territorio, pero los 32 euros a los que cotiza el metal están lejos de ser el precio que pagan los negocios a quien quiere vender sus joyas.