El 2020 ha sido un año convulso para todos. La pandemia ha puesto en jaque la vida de todo el mundo y ha afectado a todos los sectores. El sector de la financiación también se ha visto alterado y agitado por el coronavirus. Las moratorias de los préstamos, las expectativas con respecto a la economía, el miedo a otras olas, la peor solvencia de los clientes y la menor tolerancia al riesgo de las entidades bancarias son los factores principales que marcarán el comienzo de esta nueva década en el sector. Por el momento, te contamos qué se espera que ocurra este año con los préstamos personales.
1. No habrá un cierre del grifo del crédito
Para que no se repita la situación de 2008 y los años sucesivos, el Banco Central Europeo ha puesto en marcha un plan de incentivos para premiar a los bancos que presten dinero a particulares y empresas. Una medida europea que espera evitar que las entidades dejen de ofrecer créditos al consumo.
2. El precio de la financiación, la gran incertidumbre
La evolución del coste de los créditos al consumo, de acuerdo con el informe mensual publicado por el Banco de España, muestra una clara tendencia a la baja durante el año pasado. De hecho, en el informe de este mes, que refleja el coste medio de noviembre de 2020, llegamos al mínimo histórico desde que se tiene registro con un 6,98 % TAE.
Existen dos vertientes de pensamiento en cuanto a lo que pasará con el coste de los préstamos durante este año:
- Por un lado, se espera que los bancos suban el interés de los préstamos, a causa de un riesgo mayor de impago.
- Sin embargo, cabe la posibilidad de que ofrezcan préstamos más atractivos para perfiles premium, con el objetivo de incentivar la contratación de créditos entre los consumidores solventes y así mantener el grifo del crédito abierto.
Imagen: Olya Kobruseva
3. Se endurecerán los criterios de concesión
De acuerdo con la ‘Encuesta de préstamos bancarios del segundo trimestre de 2020’ del Banco de España, ante el riesgo de impago de los clientes por la situación económica causada por el coronavirus, las entidades han aplicado criterios de aprobación más severos y se espera que sean mucho más duros de cara a este año.
Es probable que pidan unos ingresos más altos, no estar en un ERTE, no haber solicitado una moratoria o que exijan un nivel de endeudamiento menor.
4. Habrá préstamos con mayor vinculación
La banca deberá mantener sus niveles de rentabilidad para seguir funcionado. Esto hará que busquen otras fuentes de ingresos y quieran retener a sus clientes con mejores perfiles.
Podrían ofrecer préstamos con más vinculaciones y, para hacerlos atractivos, brindar reducciones en el interés a cambio. De hecho, es probable que el precio de los préstamos sin vinculación suba, pero que las reducciones sobre el interés por vincularnos sean de un porcentaje mayor que el actual. Una práctica que ya es común en muchos bancos.
En cualquier caso, tendremos que esperar a conocer el desarrollo de la pandemia y la evolución de la economía para confirmar si estas tendencias en el sector se hacen realidad.