Quien más quien menos, todo el mundo desea poder contribuir a mejorar las condiciones de vida de los más desfavorecidos, aunque muchas veces desconoce el modo de hacerlo. Ahora es posible implicarse en la defensa de los Derechos Humanos contratando un depósito bancario, porque el banco ético Triodos Bank y la organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional han presentado un nuevo producto bautizado como ‘Depósito Actúa’. Este depósito, fruto de un acuerdo suscrito entre ambas organizaciones, tiene como objetivo fomentar el ahorro responsable. Su principal novedad radica en que es la primera vez que Amnistía Internacional apoya un producto de ahorro en España. Esteban Barroso, director general de Triodos Bank, destaca que el ahorro responsable se articula sobre tres ejes claramente diferenciados. Por un lado, apela al compromiso de la entidad de «desarrollar productos financieros que permitan que personas e instituciones puedan optar, dentro de la oferta bancaria, por productos afines a sus valores y su forma de entender el mundo». Otro eje fundamental es que para que el ahorro sea responsable, debe cubrir los atributos de seguridad, rentabilidad y liquidez. Y por último, el concepto de ahorro responsable se asienta sobre el conocimiento de la realidad social y medioambiental que promueven las instituciones financieras con el dinero de sus clientes.
Los depósitos solidarios no sirven para hacer crecer de foma rápida nuestros ahorros, pero ofrecen la satisfacción de colaborar en diferentes proyectos solidarios
El ‘Depósito Actúa’ es una imposición a plazo fijo a un año, que puede contratarse desde 1.000 euros sin comisiones y sin cambiar de banco, y que ofrece una rentabilidad del 3,50% T.A.E. La entidad emisora donará adicionalmente, durante el primer año, el 0,7% del importe de cada depósito contratado a Amnistía Internacional para la promoción de los Derechos Humanos en todo el mundo. Asimismo, la entidad ofrece a sus clientes, la posibilidad de donar todo o parte de su 3,50% T.A.E. a esta organización. Otra característica es que este depósito puede asociarse a una cuenta de la que el cliente sea titular, abierta en cualquier entidad de crédito establecida en España, a través de la que se le abonarán los intereses del depósito y el capital al vencimiento. No tiene gastos de apertura ni mantenimiento, y se pueden contratar desde 1.000 hasta 500.000 euros.
Otros proyectos solidarios
El mercado ofrece también otras posibilidades de contratar productos de carácter solidario. BBK, La Caixa, y Caixa Catalunya son algunas de las entidades financieras que disponen de estos depósitos bancarios, basados todos en la puesta en marcha de proyectos solidarios, y cuya diferencia radica en la aportación mínima que hay que hacer, que oscila entre 300 euros y 1.000 euros. Su rentabilidad está en sintonía con el resto de productos del mercado, entre un 2% y 4%, aunque algunos poseen plusvalías refenciadas a la evolución de euríbor. En definitiva, los depósitos solidarios no suponen ninguna panacea para hacer crecer de foma rápida nuestros ahorros, aunque a cambio permiten la satisfacción de colaborar en diferentes proyectos solidarios.
Ofrecer una alternativa al tradicional modo de ahorro es lo que pretende la caja de ahorros bilbaína con su depósito solidario, con el que se puede «obtener una alta rentabilidad» y contribuir al mismo tiempo «a la puesta en marcha de proyectos solidarios». La rentabilidad de estos depósitos está referenciada al Euribor y se puede contratar con plazos desde un mes hasta tres años. Este producto solidario puede contratarse desde 300 euros, y se garantiza el 100% del capital. Caixa Catalunya ofrece a sus clientes el «Depósito Solidario», un producto a un plazo en el que parte de la rentabilidad obtenida se cede a la «Fundació Un Sol Món» para el proyecto de microcréditos. No dispone de comisiones por rescate anticipado y se garantiza el 100% del capital invertido. Como en otros productos de similares características la aportación mínima que tiene que desembolsar el suscriptor es de 1.000 euros.
No en uno, sino en varios proyectos se puede colaborar si el que se contrata es el ‘Depósito Solidario’ de La Caixa, que ofrece un amplio abanico de planes solidarios: Cruz Roja, Intermón, Médicos sin Fronteras o Cáritas. Así por ejemplo, aquellos clientes que se decanten por el proyecto de Cruz Roja, podrán apoyar los programas de apoyo sociosanitario y productivo a personas y familias afectadas por el sida en Mozambique. Quienes escojan uno de estos cuatro proyectos obtendrán la devolución del 100% del capital y un interés fijo hasta la fecha de vencimiento, ya que no depende de las fluctuaciones de los mercados financieros. Se pueden contratar también desde 1.000 euros a un plazo de un año.
Caja Vital es otra de las entidades que ha apostado por este tipo de depósitos solidarios. En este caso, el sucriptor tiene la posibilidad de elegir el destino de la aportación entre tres proyectos solidarios. La mitad de los intereses que generen los ahorros del contratante puede invertirlos en proyectos sociales de ayuda en Perú, Colombia o Guinea Ecuatorial, de la mano de tres ONG internacionales: Medicus Mundi, Setem y Asociación Africanista. Por depositar un mínimo de 300 euros, y dependiendo del plazo de la cuenta, se pagarán unos intereses que oscilan entre el 2,5% y el 4%, en función de si son a tres o venticuatro meses respectivamente, de los que el 50% irá destinado al suscriptor y el 50% restante se destinará al fondo solidario elegido.
Contratar un depósito de carácter solidario tiene muchos atractivos para quien lo contrata. Entre otros, su fiscalidad; es decir, lo que tendrán que pagar en impuestos por la rentabilidad obtenida. Los depósitos -incluidos los de carácter solidario- son una forma de ahorro que garantiza una rentabilidad sin comisiones, especialmente adecuados para quienes tienen interés en recibir rentas periódicas sin asumir ningún tipo de riesgo. El tratamiento fiscal de los intereses que se perciben con los depósitos depende de la situación fiscal del cliente. Para los residentes en España, los intereses generados son considerados rendimientos de capital mobiliario, sujetos a una retención a cuenta del IRPF del 18%. La remuneración en especie constituye un rendimiento a efectos del Impuesto sobre la Renta de Personas Físicas y también está sujeta a retención. Para quienes no residen en el territorio nacional, los intereses generados por esta inversión están exentos de tributación en España.