Entrevista

Pedro Guijarro, presidente la Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito

Los intermediarios financieros distorsionan el mercado porque no suministran al cliente la suficiente información
Por Gracia Terrón 30 de mayo de 2007
Img guijarro

Con unos tipos de interés al alza, cada vez son más las familias que se encuentran ahogadas y con problemas para llegar a fin de mes. En este contexto, está cobrando importancia la figura de los intermediarios financieros, que ofrecen como solución la reunificación de deudas, un producto que permite pagar menos al mes, aunque durante mucho más tiempo. La solución resulta atractiva para muchos hogares. No obstante, son muchas las instituciones que se quejan de un sector como este que no está regulado. Pedro Guijarro, presidente de la Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito desde el año 2002 (ASNEF), opina que las reunificadoras de deuda, o intermediarios de créditos deben de estar sometidas a las mismas obligaciones de transparencia que el resto de las entidades que operan en el sector financiero. “Los intermediarios financieros distorsionan el mercado porque atraen a particulares sin suministrarles información suficiente”, revela.

¿Qué recomienda conocer de las reunificadoras de deudas?

El consumidor debe conocer la diferencia entre los tipos de entidades que operan en este mercado. Por un lado, nos encontramos con las entidades de crédito, reguladas por el Ministerio de Economía y el Banco de España y supervisadas por éste último, con una estrecha normativa de solvencia y transparencia en sus operaciones y, por otro, están los intermediarios de crédito o ‘reunificadoras de deudas’, entidades no reguladas ni supervisadas y que ofrecen un servicio al cliente por el que cobran una comisión, elevada en muchos casos, y que el consumidor desconoce.

Qué opinión le merecen los intermediarios financieros?

Los intermediarios financieros distorsionan el mercado porque atraen a particulares sin suministrarles información suficiente. Por ejemplo, no están comunicando lo que cobran y, por lo general, son muy caros.

¿Cree que es importante conocer las comisiones que aplican este tipo de entidades?

No solamente las comisiones, sino el coste total de esas reunificaciones de deuda, que suelen basarse en la constitución de un crédito hipotecario o en ampliar el ya existente. En esa ampliación se unen los créditos personales y los de consumo que ya tenga el titular. No tiene sentido que a cualquier banco, caja o financiera se le obligue a publicar hasta el segundo decimal del coste de sus créditos, y en este caso se ignoren los cargos por comisiones del intermediario de crédito que ha de pagar el consumidor y que, además, pueden suponer varios miles de euros.

¿Es preocupante el endeudamiento de las familias españolas?

Lo que podría ser preocupante es el sobreendeudamiento y éste se revelaría a través de algunos datos, como la morosidad, los retrasos en los pagos, el incremento del número de embargos, etcétera. Hoy por hoy, todos esos ratios no ofrecen información alarmante.

¿Ve sano que la gente se endeude cada vez por más tiempo?

Yo veo sano que la gente se endeude por cantidades que pueda pagar y que no lo haga en caso contrario. Es cierto que el crédito a las familias y a las empresas ha subido mucho en los últimos años, especialmente el hipotecario, pero también es cierto que los tipos son ahora mucho más bajos que hace quince años, y que hoy suelen trabajar los dos miembros del matrimonio, mientras que antes solo lo hacía el marido. Además, la riqueza de esta familia ha crecido de forma importante. Tampoco hay que olvidar que la morosidad se encuentra en niveles históricamente bajos.

“Veo sano que la gente se endeude por cantidades que pueda pagar y que no lo haga en caso contrario”

¿Cómo valora la situación del crédito al consumo en la actualidad?

La situación es buena, como corresponde a una economía que está creciendo, basada en la construcción y en el consumo interno. Este último está precisamente impulsado por el crédito al consumo, actividad que realizan las entidades asociadas a ASNEF. El consumidor tiene confianza en este tipo de crédito. Así, nuestras encuestas de satisfacción del usuario con el servicio que prestamos arrojan unos resultados muy positivos: en general, los consumidores creen que en términos de agilidad, precio y calidad de servicio, el crédito al consumo mantiene un nivel muy aceptable. En 2006, se concedieron créditos al consumo por valor de 32.659 millones de euros, un 11,28% más que en el ejercicio pasado. En años anteriores, los crecimientos habían sido superiores (incluso por encima del 20%). Ahora, el mercado se estabiliza.

¿Seguirán ampliándose los plazos de los créditos?

En el crédito al consumo los plazos son cortos. Hablamos de créditos que van de los cuatro meses a los cinco años. Yo creo que más bien se producirá una diversificación de los productos financieros que se ofrezcan al consumidor. Las herramientas de control de riesgos permitirán que los productos que se presenten al consumidor sean cada vez más específicos, más personalizados.

“Las herramientas de control de riesgos permitirán que los productos que se presenten al consumidor sean cada vez más específicos, más personalizados”

¿Es cierto que se están ablandando las condiciones de los créditos?

No se puede hablar de que se estén ablandando las condiciones para acceder a los créditos al consumo, sino de que las nuevas tecnologías permiten mejorar de forma importante la eficacia de nuestras entidades a la hora de dar una respuesta más rápida al consumidor sin poner en peligro el adecuado control del riesgo que se asume. Las entidades son cada vez más precisas en el control del riesgo que asumen. En definitiva, se mejora el servicio que se presta al consumidor y queda demostrado en el aumento de su confianza y en el incremento de solicitudes de este tipo de crédito.

¿Cuáles pueden ser algunas de esas condiciones que se están ablandando?

No se ablandan condiciones. La buena marcha de la economía española y la creación y estabilidad en el empleo transmite confianza al consumidor y posibilita su acceso al mercado del crédito en unas condiciones más ventajosas debido al descenso del nivel del riesgo que representa.

¿Qué debe valorar una persona antes de contratar un crédito? ¿Cuáles son los aspectos más importantes que debe conocer del producto?

“En un crédito al consumo se debe valorar la capacidad de pago del titular y la adecuación de las condiciones al bien financiado en precio, plazos de devolución y garantías prestadas”

Si se trata de un crédito al consumo, debe valorar su capacidad de pago y la adecuación de las condiciones al bien financiado en precio, plazos de devolución, garantías prestadas, etcétera. En general, la cultura financiera del consumidor español ha mejorado mucho en los últimos años y ello permite a nuestras entidades tener una mejor comunicación con el consumidor, que a su vez conoce las condiciones de los créditos que solicita, gracias en gran medida a la información que se le facilita.

¿Seguirán subiendo los tipos de interés? ¿Hasta dónde?

Los tipos de interés en la Unión Europea son establecidos por el Banco Central Europeo. Para prevenir peligros inflacionistas no hay que descartar que decida aplicar alguna subida más, sobre todo, si se confirma la recuperación de la economía alemana. No obstante, los mercados también fijan el precio del dinero: la liquidez existente hace presagiar que los intereses no tengan mucho recorrido alcista.

¿Cuáles son las principales diferencias del mercado de financiación al consumo en España respecto a otros países europeos? ¿Y respecto a Estados Unidos?

“Los productos financieros que se ofrecen en toda Europa son similares, aunque se adecuan al nivel de desarrollo económico de cada país”

Los productos financieros que se ofrecen en toda Europa son similares, si bien se adecuan al nivel de desarrollo económico de cada país. El crédito al consumo supone una herramienta que permite al consumidor acceder a bienes y servicios que de otra forma posiblemente no podría tener. Esto influye positivamente sobre la marcha de la economía, ya que permite incrementar el consumo interno. Por eso, en países con economías que no han alcanzado un cierto grado de desarrollo los créditos al consumo son de escasa cuantía y, normalmente se usan para acceder a bienes de primera necesidad. Por el contrario, en aquellos países donde la economía ha alcanzado un alto grado de desarrollo, este tipo de crédito es demandado por cantidades más altas y para adquirir en muchos casos artículos de lujo, u otros tipos de bienes que el consumidor desea (viajes, ropa, estudios complementarios, etc.). Además, las diferencias entre los diversos estados en esta materia se deben también a la diferente idiosincrasia de cada pueblo, lo que se traduce en distintas demandas de los consumidores y, por tanto, diversas ofertas financieras.

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