El principal dilema que afrontan los futuros hipotecados es si es mejor firmar el préstamo a tipo variable o a interés fijo. Ante esta disyuntiva, algunos deciden tomar el camino del medio y firman una hipoteca mixta, es decir, un producto con un tipo fijo durante los primeros años y variable (referenciado al euríbor) durante los siguientes. Sin embargo, como analizamos a continuación, esta tercera opción no es la más conveniente en la inmensa mayoría de los casos: a corto plazo sale más cara y solo ofrece protección ante las oscilaciones de los índices durante un máximo de una o dos décadas.
Hipoteca mixta: más cara durante los primeros años
No es casualidad que entre las mejores hipotecas del mercado no haya productos a tipo mixto. Comparado con un crédito a interés variable, una hipoteca mixta probablemente tendrá unas cuotas más caras durante los primeros años, dado que su interés inicial tiene muchos números de mantenerse por encima de los tipos referenciados al euríbor.
Para que nos hagamos una idea, el interés variable medio actual ronda el euríbor más 1 % (aunque durante el primer año se aplica un fijo de en torno al 2 %), mientras que el tipo fijo inicial de las hipotecas mixtas, que se da durante los primeros 10 años, está en torno al 2 %. En estos momentos, el euríbor se sitúa en el -0,169 %, así que debería sufrir un aumento importante para que el tipo mixto saliera más a cuenta.
Veamos con un ejemplo cuánto pagaríamos de media durante la primera década, si pidiéramos 150.000 euros para devolver en 25 años:
- Con un interés variable, si el euríbor se mantuviera en sus valores actuales, abonaríamos 635,78 euros el primer año y 556,78 euros durante los siguientes nueve años.
- Con un interés mixto, pagaríamos 635,78 euros durante la primera década.
En este caso, con la hipoteca variable nos ahorraríamos 79 euros cada mes a partir del segundo año. Por lógica, si el euríbor subiera, esta diferencia no sería tan acusada, pero el incremento tendría que ser considerable para revertir la situación. En concreto, la cotización del índice debería situarse en una media de en torno al 1,5 % durante esos 10 años, algo que es muy improbable que suceda.
Hipoteca mixta: su protección no es para siempre
La hipoteca mixta tampoco sale ganando, si la comparamos con un préstamo a tipo fijo. Lo que busca el solicitante de este segundo producto es la seguridad de pagar siempre lo mismo. Pero con un interés mixto, se abonarán unas cuotas estables solo durante los primeros 5 a 20 años, por lo que una vez finalizado ese periodo, se aplicará un tipo variable referenciado al euríbor.
Se da la circunstancia, además, de que este índice cotiza hoy en día en valores negativos. Por lo tanto, es probable que dentro de unas décadas se sitúe en valores superiores a los que registra ahora. De este modo, el tipo mixto puede ser doblemente perjudicial, pues nos hará abonar más durante los primeros años y, seguramente, también cuando se aplique el interés variable posterior.
¿Una hipoteca mixta sale a cuenta en algún caso?
Aun así, en el mundo de las hipotecas no se puede decir que un producto sea bueno o malo en todos los casos. De hecho, contratar un préstamo hipotecario a interés mixto sí puede ser conveniente, si queremos pagar una cuota fija durante los primeros años y pensamos ir amortizando capital anticipadamente para saldar o reducir de manera considerable la deuda en la primera década.
En este caso concreto, nos podríamos beneficiar de un tipo fijo algo más bajo (el interés inicial de las hipotecas mixtas es, de media, algo más reducido que el de las mixtas), lo que nos permitiría ahorrar más dinero para dedicarlo a amortizar capital de forma anticipada. Eso sí, hay que asegurarse de saldar la máxima deuda posible antes de agotar el periodo inicial, pues, una vez transcurrido, las cuotas podrían encarecerse si el euríbor registrara unos valores elevados.