Microempresas para desempleados
Desde que el premio Nobel Yunus descubrió, hace 40 años, que era rentable y útil socialmente prestar pequeñas cantidades de dinero, la modalidad de microcréditos se ha ido extendiendo. Primero fue el Tercer Mundo, pero en los últimos años ha llegado a Occidente. Su vocación es claramente social, y tiene el objetivo de ayudar a sacar adelante negocios de personas que necesitan integrarse en el mundo laboral, y que quieren hacerlo con iniciativas propias. Sin embargo, existe la posibilidad de convertir los microcréditos en un producto financiero más.
La Comisión Europea se ha decidido asimismo a potenciar los microcréditos para las pequeñas empresas y las personas socialmente excluidas. Así, se ha presentado una iniciativa para mejorar el acceso a la financiación de las pequeñas empresas y de las personas socialmente excluidas que busquen establecerse por cuenta propia. Es una iniciativa que entra dentro de la estrategia de Lisboa para el crecimiento y el empleo. Su objetivo es aumentar la oferta de microcréditos o pequeños préstamos. En opinión de la comisaria europea, «la gente desea trabajar, y son muchas las personas que quieren tener su propio negocio o establecerse por cuenta propia», por lo que defiende el microcrédito como «instrumento eficaz para el desarrollo empresarial y para la reincorporación de los desempleados a la vida económica mediante la actividad por cuenta propia o el desarrollo de microempresas».
El microcrédito es un eficaz instrumento para el desarrollo empresarial y la reincorporación de los desempleados a la vida económica
La iniciativa europea cuenta con los siguientes puntos. En primer lugar, se invita a los estados miembros de la Unión a que adapten sus estructuras legales y comerciales para crear un entorno más favorable a los microcréditos. En segundo lugar, se recomienda establecer una estructura a escala europea con personal que pueda prestar asesoramiento y apoyo al desarrollo de instituciones no bancarias de microcrédito en los estados miembros. Así, las entidades que ofrezcan microcréditos ofrecerán un servicio de asesoramiento para la persona que recibe el dinero, algo que puede ser clave en alguien que comienza una actividad comercial.
La Unión Europea considera microcréditos a los préstamos con un importe menor de 25.000 euros, y la media de estos préstamos para la Europa del euro es de 10.000 euros. Lo suelen pedir empresas de menos de 10 trabajadores, que constituyen el 91% de las empresas europeas, así como las personas en paro o inactivas que quieren poner en marcha un negocio pero no tienen acceso a los servicios bancarios tradicionales. Esta iniciativa se centra en el segmento «no bancario» del mercado. El microcrédito se desarrolla tanto en los nuevos estados como en los antiguos de la Unión Europea.
Mujeres y universitarias
Entre las entidades que ofrecen microcréditos en España se encuentra La Caixa, entidad que ofrece la posibilidad de acceder a un préstamo a personas que tienen dificultades para la concesión de los créditos habituales del sistema financiero por falta de garantías. Se centra en los colectivos con mayor riesgo de exclusión, como parados de larga duración, hogares monoparentales, inmigrantes, mayores de 45 años, o discapacitados. El objetivo es ayudar a quienes quieran desarrollar un proyecto empresarial de autoempleo de nueva creación, o con una antigüedad inferior a seis meses.
La citada entidad financiera ha lanzado una importante campaña de su producto MicroBank. Esta caja cuenta con un capital inicial de 51 millones de euros, y ofrece dos tipos de microcréditos: los de carácter social a colectivos desfavorecidos, por un importe máximo de 15.000 euros, y créditos de hasta 25.000 euros para personas con rentas bajas.
Según un estudio del Banco Mundial de la Mujer, el 82% de los microcréditos otorgados en todo el mundo ha servido para financiar empresas de mujeres. Aunque se crearon con el objetivo de luchar contra la exclusión económica y social, se dirigieron principalmente a mujeres. No sólo los otorgan entidades financieras, sino también fundaciones, ONG e instituciones públicas. Las beneficiarias son personas con bajos ingresos que pagan pocos intereses por el dinero que han recibido, que generalmente no pueden tampoco ofrecer avales ni garantías de pago. Pero, para esta entidad, en España queda mucho por hacer. El Banco Mundial de la Mujer asegura que estos microcréditos deben llegar a todas las mujeres que lo necesiten, como las de las zonas rurales, pero la realidad es que los lugares en los que más aparece esta modalidad de financiación son las comunidades autónomas de Madrid y Cataluña. En España, el 53% de las mujeres que recibe microcréditos son españolas; la edad de las que lo solicitan se sitúa entre los 39 y los 49 años; menos de la mitad (48%) vive en pareja, un porcentaje significativo (43%) son universitarias, y el 34% están en paro y busca crear su propia empresa.
El 34% de los microcréditos solicitados por mujeres en España ha servido para que abandonaran las listas del paro y pusieran en marcha su propia empresa
La cantidad media que se pide es de 15.000 euros, a cinco años. El tipo de interés establecido para un microcrédito se sitúa entre el 4% y el 6%, con un plazo de devolución de entre 3 y 5 años. Y las beneficiarias parecen no tener problemas para cumplirlos, ya que el 74% de las mujeres cumple a tiempo la devolución, y más de la mitad de las mujeres que pidieron un préstamo de este tipo (57%), consideraban que con él, su calidad de vida había mejorado. En todo caso, el estudio descubrió que las mujeres trabajan más de 61 horas a la semana, lo que dificulta la conciliación de la vida laboral y familiar.
Por su parte, la Memoria de la Confederación Española de Cajas de Ahorros del año 2006 indicaba que en cinco años se habían tramitado un total de 9.033 microcréditos en España, por un importe de 97,2 millones de euros. Pero el crecimiento es exponencial, pues en 2006 se concedieron más que en la suma de los cinco años anteriores. También han concedido microcréditos las cajas de ahorro en colaboración con el Instituto de Crédito Oficial (ICO), así como el Instituto de Mujer en colaboración con la Dirección General de la Pequeña y Mediana Empresa, y el Fondo Social Europeo.
Respecto a los resultados de esta financiación empresarial, no pueden ser más alentadores, ya que el 90% de los negocios que se crean gracias a un microcrédito sigue en pie dos años después.
Acuerdos con el Instituto de Crédito Oficial
El Instituto de Crédito Oficial ha puesto en marcha la línea ICO-Microcréditos 2007-2008, dirigido a personas con dificultades para acceder a los canales habituales de financiación. Cuenta con veinte millones de euros, y está dirigido, principalmente, a parados de larga duración, personas mayores de 45 años, hogares monoparentales, inmigrantes, mujeres, y discapacitados. La Concejalía de Empleo y Servicios al Ciudadano de Madrid ha firmado convenios con entidades bancarias (Banco Popular, Cajamadrid, BSCH y BBVA) para ayudar a poner en marcha los proyectos empresariales de personas que no pueden acceder a préstamos bancarios.
Los beneficiarios de estos créditos serán parados de larga duración, mayores de 45 años, miembros de hogares monoparentales, mujeres, discapacitados e inmigrantes con su situación legalizada. Se pagarán en dos o tres años y financiarán hasta un 95% de lo que necesite el pequeño empresario para la puesta en marcha de su negocio, con un máximo de 25.000 euros por año. No tendrán comisiones y los empresarios recibirán asesoramiento técnico. El ICO asume el 80% del riesgo.
La Comunidad de Murcia también ha suscrito un acuerdo con el ICO para empresarios que no necesiten más de 100.000 euros por empresa, en un período de tres años. El interés será del Euribor más 1 punto, y la devolución de entre 3 y 5 años.