Las cuentas corrientes sin comisiones son un producto que crece en el sector bancario. Pero, ¿qué entidades no cobran por la cuenta? ¿Cómo dejar de pagar comisiones? Y ¿de qué modo eliminar de una vez las fastidiosas comisiones por descubiertos? Las propuestas no son solo a través de la domiciliación de la nómina, sino que cada vez hay más formas de librarse de las comisiones y hasta de las penalizaciones por descubierto en la cuenta. A continuación se dan las claves para, a partir de ahora, no pagar un solo euro por la cuenta corriente.
Imagen: Xalanx
¿Cómo dejar de pagar comisiones por la cuenta?
Una de las mejores estrategias para ahorrarse unos cuantos euros todos los años es eliminar las comisiones de las cuentas. Pero no todas las entidades bancarias siguen esta tendencia para captar mayor número de clientes. En unos casos las cobran siempre; en otros, solo en algunos escenarios muy puntuales; y, por último, no faltan las propuestas que venden sus cuentas exentas de gastos bajo un único formato.
En este último grupo están apareciendo nuevos modelos que aplican un programa de comisiones cero. Muchas de sus recetas pasan por vincularlos a través de la contratación de otros productos (tarjetas, depósitos, planes de pensión, etc.). De esta manera, conseguirán que el mantenimiento de su cuenta se desarrolle cada año sin gastos. Abanca, Unicaja, Santander, Bankia, BBVA o ING Direct son algunos de los bancos que se han decidido por este sistema de captación.
Bancos que no cobran por la cuenta… pero con requisitos
Otras entidades, por el contrario, parten de una estrategia comercial similar, aunque con ciertos matices. En este caso será necesario domiciliar la nómina (pensión o ingresos regulares) para conseguir los objetivos. La ventaja de este diseño radica en que la exención de comisiones no se limita a la propia cuenta, sino que se amplía a otros productos y operaciones, sobre todo a través de las tarjetas de crédito y débito. Algunas propuestas van más lejos e incluso exigen a sus clientes que domicilien sus principales recibos domésticos (gas, agua, luz, etc.).
Por el contrario, hay otros modelos bancarios más asequibles a los usuarios que no imponen requisitos para ahorrarse estos gastos. Llegan a ofrecer hasta un 1% de interés por los ahorros acumulados en la cuenta. No obstante, para optar por estas cuentas habrá que aceptarlas bajo los formatos on line en que se desarrollan.
¡A la caza de la oferta!
Los clientes que no cumplan con algunos de estos requisitos tendrán como último recurso acudir a otros productos alternativos que estén exentos de estos abonos. Su finalidad deberá enfocarse hacia las ofertas promocionales que desarrollan los bancos para presentar estos productos ante los clientes de la competencia.
Cada vez están más presentes en el mercado las denominadas cuentas bienvenida, que no cobran un solo euro por su mantenimiento y no exigen condición alguna. No obstante, tienen una duración limitada y, una vez agotado el plazo, el cliente volverá a las condiciones habituales en esta clase de cuentas, probablemente con muchas menos ventajas que desde su inicio y, en cualquier caso, abonando las correspondientes comisiones.
Se trata de una solución transitoria, mientras se decanta por una solución más duradera que satisfaga sus expectativas como usuario. Si, a pesar de todo, no está de acuerdo con las condiciones o no se reúnen los requisitos para suscribirlas, no hay más remedio, en el caso de clientes preferentes, que negociar con el banco esta posibilidad.
Una estrategia muy frecuente entre las entidades financieras es que las comisiones no repercutan en los clientes más habituales, y en especial si estos cuentan con la confianza del banco. Esto se produce incluso con la opción de mejorar ciertas operaciones bancarias desde este producto para el ahorro, como obtener líneas de crédito bajo tipos de interés preferentes o hasta disponer de su nómina con anticipación.
Una de las mayores preocupaciones de los cuentacorrientistas es no sobrepasar los límites de su cuenta corriente; es decir, evitar que se generen descubiertos en su saldo y tengan que abonar unas penalizaciones en forma de comisiones, que es probable que les obliguen a afrontar más gastos de los necesarios. Es habitual que se calcule sobre el mayor saldo deudor (o números rojos) para el cliente que arroje la cuenta durante el periodo de liquidación. Su importe, junto con las penalizaciones del descubierto, no puede dar lugar a un interés superior a 2,5 veces el interés legal del dinero en cada momento, con lo que en la actualidad su tope máximo estaría en torno al 10%.
No obstante, algunas cuentas vinculadas con la nómina de los clientes permiten evitar estos gastos de forma permanente. Entre sus condiciones admiten la posibilidad de acumular números rojos correspondientes al valor de su nómina o ingresos regulares. Es la propuesta que está llevando Bankinter por medio de su Cuenta Nómina. Otras, por el contrario, no cobran comisiones por descubiertos bajo ningún caso: las de Openbank y ING Directo son algunos ejemplos.