La tecnología sin contacto se ha vuelto casi imprescindible en todas las tarjetas bancarias. Esta nueva forma de pago nos permite realizar una compra o sacar dinero tan solo acercando el “plástico” al datáfono o al cajero. Además, para más comodidad, en las adquisiciones hechas con la tarjeta contactless y que sean por un valor menor a los 20 euros, no es necesario introducir el número pin. Sin embargo, esta ventaja también implica que, en caso de robo, los ladrones lo tienen más fácil para utilizarla sin saber nuestro número secreto. A continuación, contamos cómo podemos protegernos ante este escenario y qué podemos hacer si ya nos han robado.
Cómo proceder si nos roban la tarjeta contactless
En caso de robo, sustracción o pérdida de una tarjeta bancaria, tenga contactless o no, los pasos que hay que seguir son los siguientes:
- Cancelar la tarjeta. Este primer paso dejará el «plástico» inservible. Tanto los bancos como los emisores de tarjetas (Visa, Mastercard…) tienen un teléfono 24 horas para este fin. Debemos llamar en el mismo instante en el que nos demos cuenta de que nos falta. Algunas entidades ofrecen la opción de cancelarla nosotros mismos a través de sus apps móviles.
- Denunciar ante la policía. Una vez cancelada, tenemos que acudir a la comisaría más cercana para dar parte a las autoridades si nos la han robado. Asimismo, podremos notificar a la policía si ha habido movimientos no autorizados en nuestra tarjeta.
- Avisar al banco. Con la denuncia en la mano, debemos ir a nuestra entidad para solicitar una tarjeta nueva (en algunas este proceso se puede realizar por Internet o por la app del banco). Asimismo, tendremos que reclamar al banco el reembolso del dinero robado.
Aunque al tener contactless es más fácil para los cacos utilizar nuestra tarjeta, por ley todas las tarjetas bancarias cuentan con un seguro antirrobo por el cual se limita nuestra responsabilidad a un máximo de 50 euros. Por lo que, si nos roban y utilizan nuestro «plástico» antes de poder cancelarla, el máximo que tendremos que pagar serán 50 euros. Aunque, eso sí, no sin antes reclamar a la entidad para que nos devuelva el dinero.
Imagen: Free-Photos
3 trucos para asegurar nuestras tarjetas al máximo
Además de las medidas lógicas de seguridad, como guardar la tarjeta a buen recaudo o no escribir el número pin en el propio «plástico», existen otras formas de asegurar nuestras tarjetas contactless.
Una de las más fáciles de llevar a cabo consiste en activar una alerta a través de la banca online o la aplicación de nuestro banco. A través del apartado “Tarjetas” o “Notificaciones”, podremos elegir que nos avisen por SMS o por una notificación cada vez que utilicemos la tarjeta por encima de un importe determinado. Así, si recibimos un mensaje de texto por haberla usado y no hemos sido nosotros, nos dará la voz de alarma para cancelar la tarjeta lo antes posible.
Otro truco es apagar las tarjetas. Muchas entidades permiten a través de sus apps desactivar el funcionamiento del «plástico» mientras no lo empleamos y volver a activarlo si lo queremos usar. Así, en caso de sustracción o pérdida, las tarjetas serán inservibles si no estaban activadas.
El tercer truco, y no por ello menos importante, implica rebajar el monto por el cual no nos pedirán el pin cuando realicemos una compra. Por defecto, cualquier adquisición menor a 20 euros no requerirá que introduzcamos el pin si pagamos a través del contactless, pero es posible bajar o incluso eliminar este límite para que con cualquier transacción sin contacto siempre nos pidan el número secreto.