La cuenta atrás para celebrar un nuevo año ha comenzado y la tensión que crea el fin de ejercicio mueve a numerosos contribuyentes a sentarse un par de horas y hacer cuentas con el ánimo de aprovechar las oportunidades fiscales que están en vigor. Reducir la factura con Hacienda es posible si se utilizan las desgravaciones fiscales de productos financieros como los planes de pensiones, las hipotecas o las cuentas ahorro vivienda. Además, la compra de un piso o la compensación de plusvalías y minusvalías entre activos financieros pueden ayudar a ahorrarse un buen pico en impuestos. Según cálculos de los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), un contribuyente medio puede ahorrarse en torno a 1.400 euros si se beneficia de las ventajas fiscales que reconoce la ley del IRPF.
Algunas prácticas son muy efectivas para recortar el pago de impuestos en la próxima Declaración de la Renta.
Vivienda y fiscalidad
Quienes hayan comprado vivienda en 2010 tendrán un importante descuento fiscal en su próxima Declaración de la Renta. Según los Técnicos de Hacienda, adquirir un inmueble con financiación ajena (con la suscripción de una hipoteca) es una de las prácticas más ventajosas para reducir la factura con el Fisco, al igual que rehabilitarla o abrir una cuenta vivienda. 2010 será el último ejercicio en el que todos los contribuyentes, con independencia de su nivel de renta, disfrutarán de una desgravación del 15% en función de lo aportado en el pago de sus cuotas hipotecarias, con un máximo anual de 9.015 euros.
A partir de 2011, entran en vigor importantes cambios que reducen la deducción en función de las rentas del contribuyente:
Desaparecerá la desgravación por compra de vivienda para quienes compren un piso, lo financien con una hipoteca y declaren unos ingresos por encima de 24.107 euros anuales.
Se reducirá para quienes ingresen entre 24.107 y 17.707 euros al año.
Se mantendrá intacta para quienes ganen menos de esta última cifra.
Sin embargo, todos los contribuyentes que hayan adquirido su inmueble antes del fin de 2010 disfrutarán de la fiscalidad de las hipotecas que está en vigor en la actualidad. Según cálculos de Gestha, el ahorro medio por inversión en la compra de la vivienda habitual oscila entre 800 y 1.200 euros, de acuerdo a la cuantía invertida. El ahorro medio fiscal se sitúa en 816 euros.
A partir de 2011, las nuevas aperturas de cuenta vivienda contarán con las mismas limitaciones que las hipotecas
2010 será el último ejercicio en el que se reconocerá la misma fiscalidad para todos los contribuyentes que abran una cuenta vivienda. Hasta ahora, todas las aportaciones a estos productos disfrutaban de una deducción del 15%, hasta el mismo máximo, de 9.015 euros. Sin embargo, a partir de 2011 las nuevas aperturas de cuenta vivienda contarán con las mismas limitaciones que las hipotecas.
Otra de las posibilidades para recortar la factura con Hacienda de la que se han podido beneficiar numerosos contribuyentes en 2010 es la de rehabilitar una vivienda. En este caso el límite deducible máximo está situado también en 9.015 euros. Como requisitos básicos, la reforma que debe hacerse como ampliación o consolidación de estructuras, fachadas y cubiertas, debe tener un coste global que supere el 25% del precio de adquisición o de mercado en el momento de efectuarla u obtener la calificación de actuación protegida.
Además, desde mediados de 2010 se ha comenzado a aplicar una nueva deducción fiscal del 10% por realizar obras de mejora de la vivienda habitual. Esta ventaja fiscal es incompatible con la deducción por inversión en vivienda habitual para las mismas cantidades. En particular, se puede aprovechar cuando no se cumplan los requisitos de la deducción por inversión en vivienda por los contribuyentes con ingresos hasta 53.007,20 euros anuales.
Esta deducción es aplicable tanto en la vivienda habitual como en el edificio en que se encuentre, para las obras realizadas entre el 14 de abril de este año y el 31 de diciembre de 2012 dirigidas a mejorar la eficiencia energética, las cubiertas y la estanqueidad, el saneamiento, el acceso a Internet y a la TDT, las instalaciones de electricidad, agua o gas, la adaptación de la vivienda a personas con discapacidad o la mejora de la accesibilidad.
Aportar a un plan
Otra de las fórmulas más populares para aminorar el pago de impuestos es la aportación a planes de pensiones, producto cuya fiscalidad se mantendrá invariable en el próximo ejercicio. Según cálculos de los Técnicos de Hacienda, los contribuyentes que recurren a esta práctica consiguen un ahorro fiscal medio de unos 1.200 euros. En cualquier caso, el ahorro dependerá de lo aportado al plan, cantidad que oscila entre 200 y 3.500 euros, según las características del contribuyente. En general, se pueden lograr ahorros de entre 1.000 y 4.700 euros al invertir cada año en estos productos.
Como norma general, las aportaciones anuales realizadas a planes de pensiones son deducibles de la base imponible del IRPF hasta el menor de los siguientes importes: el 30% de la suma de los rendimientos netos del trabajo y de actividades económicas percibidos de modo individual en el ejercicio o 10.000 euros anuales, para menores de 50 años. Para mayores de 50 años el porcentaje se eleva al 50% o 12.500 euros anuales. Cuando se hacen declaraciones conjuntas, el límite es individual para cada integrante de la unidad familiar.
Además, cuando el cónyuge del contribuyente no obtiene rentas del trabajo o de actividades económicas (o éstas son inferiores a 8.000 euros anuales), podrá reducir en la base imponible de su Declaración de Hacienda las aportaciones realizadas a planes de pensiones de los que sea participe ese cónyuge, con el límite máximo de 2.000 euros anuales.
Esta misma fiscalidad es aplicable cuando se suscriben Planes de Previsión Asegurados (PPA), seguros de ahorro que garantizan el capital invertido.
Otras prácticas
Además de la vivienda y los planes de pensiones, hay otra serie de prácticas menos conocidas, pero que también ayudan a recortar la factura fiscal. Los inversores activos deben saber que pueden reducir el pago de impuestos si compensan pérdidas con ganancias generadas por fondos de inversión, acciones o derivados financieros.
Hacer donativos a una ONG, aportaciones a partidos políticos o abonar las cuotas a un sindicato también desgrava
Los emprendedores pueden optar por abrir una Cuenta Ahorro Empresa, lo que les permitirá disfrutar de una deducción fiscal del 15% de las aportaciones que realicen a la misma.
Otra práctica menos popular y conocida son las donaciones a ONG. Hacer aportaciones a partidos políticos o abonar las cuotas por pertenecer a un sindicato también desgrava. En particular, según cálculos de Gestha, estas prácticas pueden evitar el pago de unos 218 euros, de media, a Hacienda. El ahorro fiscal por estas actividades oscila entre 110 y 629 euros.