La inversión sin riesgo cobra fuerza en todos los terrenos, un hecho que también se deja notar en el mercado de seguros de ahorro-inversión, centrado ahora en productos con capital garantizado a costa de ofrecer bajas rentabilidades (entre el 2% y 5% TAE). Los seguros de vida-ahorro son pólizas que aseguran la vida del titular a medio o largo plazo, desde un año. Si la contingencia -la muerte del asegurado- tiene lugar, se cobra el monto pautado en la póliza, que suele rondar los 6.000 euros y depende de la edad del asegurado. Pero, además del seguro de vida en sí mismo, combinan una inversión a plazo y una vez vencido éste -que suele ser desde un año con posibilidad de extensión-, se permite retirar la prima inicial exigida para contratarlo y las aportaciones extraordinarias realizadas, más una rentabilidad. Respecto a su fiscalidad, desde el 1 de enero de 1999, las aportaciones no dan derecho a deducción alguna en el IRPF.
Minimizar riesgos
La búsqueda de reducción de riesgo incluye la disminución de los rendimientos en el mundo de las inversiones, una máxima que sirve para los seguros de ahorro e inversión. Así, los beneficios en este tipo de productos rondan el 3% ó 5% de Tasa Anual Equivalente (TAE). La crisis hace que la rentabilidad disminuya, y también el número de usuarios que desea contratar este tipo de productos. Por ello, ante la necesidad de captar clientes, la oferta actual hace hincapié en la garantía del capital, la disponibilidad del dinero y la flexibilidad para aportar las primas. Cajamar, por ejemplo, ofrece un producto para personas de entre 18 y 80 años, por 12 meses, que puede rescatarse a partir de los seis meses. Este seguro garantiza un capital al vencimiento igual a la inversión inicial más un adicional equivalente del 2,85% TAE. Y el capital adicional puede percibirse al vencimiento, o de manera anticipada. No obstante, en caso de fallecimiento este rendimiento bajará hasta el 2%. La prima mínima es de 1.500 euros, y por múltiplos sucesivos de 1.000 euros.
La oferta actual incide en la disponibilidad del dinero y la flexibilidad para aportar las primas
También hay entidades que ofrecen un seguro de ahorro de primas periódicas, sistema que ofrece la posibilidad de ahorrar poco a poco, con flexibilidad. De esta manera, se planifica un plan de aportaciones parciales (con mínimos que pueden ir desde 30 euros mensuales) de acuerdo con las posibilidades del asegurado, y con aportaciones extraordinarias que pueden tener un mínimo o no.
Flexibilidad, pero con condiciones
La flexibilidad en las aportaciones y en el rescate de dinero son, pues, los valores de los que están echando mano bancos y cajas para promocionar sus productos y ganar clientes en un mercado diversificado en cuanto a oferta de productos de inversión, y retraído en lo que a asunción de riesgos se refiere. Ello se refleja en que, por ejemplo, los seguros de ahorro e inversión ofrecen la posibilidad de suspender temporalmente los pagos, de modificar el importe y periodicidad de las primas para cada semestre, o de disponer total o parcialmente del capital acumulado, además de poder realizar aportaciones extraordinarias en cualquier momento.
El valor de liquidez asociado a los seguros de inversión incluye la posibilidad de rescate de manera anticipada, además de préstamos a cuenta o anticipos. De hecho, la disponibilidad del dinero antes del vencimiento desde los seis meses puede reducirse a tres meses en algunas ocasiones, aunque con variaciones en las garantías y en la rentabilidad; es decir, el adjetivo «garantizado» aplicado al capital invertido -que se refiere a la preservación, por contrato, del capital inicial- se limita en muchas ocasiones al retiro una vez vencido el plazo, y no a los retiros anticipados.
La característica diferencial de los seguros de ahorro e inversión es que permiten por una parte hacer aportaciones extraordinarias, que engordan la inversión y el beneficio final, y por otra, retirar el dinero antes del vencimiento: en general, a partir de los seis meses en los seguros de un año.
Desde el 1 de enero de 1999, las aportaciones que se hagan a los seguros de ahorro e inversión no dan derecho a deducción alguna en el IRPF, y las prestaciones que se perciban en caso de supervivencia o rescate se consideran fiscalmente rendimientos del capital mobiliario, cuya tributación es del 18%. No obstante, mientras no se retire el dinero -antes o después del vencimiento- o si se prorroga la póliza y se extiende la inversión, no tributan.