Las tarjetas de crédito sin intereses son cada vez más fáciles de encontrar. Estos “plásticos” permiten comprar, viajar y hasta pagar una reforma en casa sin pagos adicionales, siempre que se devuelva el dinero en el plazo de un año. En este artículo se calcula cuánto es posible ahorrarse con las tarjetas de crédito sin intereses y se aporta más información sobre las mejores que hoy en día ofrecen los bancos.
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Tarjetas de crédito sin intereses, ¿cuándo dinero ahorro?
Uno de los principales problemas es el alto interés de las compras con tarjeta de crédito. Por fortuna, esto está cambiando, pues ya es posible encontrar tarjetas de crédito que no cobran intereses. De esta forma, se pueden ahorrar en torno a 450 euros en concepto de intereses para una financiación media de 3.000 euros al 15%. Así que este importe se podrá destinar a sufragar otras deudas o desarrollar los principales gastos del hogar.
Esta estrategia está destinada en general a las operaciones de consumo en comercios, tiendas y hasta portales online, pero están limitadas a un plazo de tiempo que oscila entre 3 y 12 meses. La buena noticia es que se trata de una financiación gratuita que puede resultar muy útil en los periodos que se tengan más dificultades para llegar a final de mes y sin endeudarse más.
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Tarjetas de crédito sin intereses, ¿cuáles son?
Hay diferentes formatos que están diseñados bajo esta especial característica.
Uno de ellos es la Tarjeta Dual que está impulsada desde Kutxabank. Permite a los usuarios demorar hasta en 12 meses sin intereses las compras superiores a 300 euros, a través de su servicio de pago aplazado.
Otro modelo sin intereses es la Tarjeta Sin de Banco Sabadell. Aunque reduce el plazo a tres meses, durante este tiempo, se pueden pagar compras de entre 50 y 300 euros. A cambio, importa una comisión de 2,5 euros por cada operación, como concepto de gestión.
El sistema FlexiCompra de Unicaja incide en la fidelización para conseguir estos objetivos, pues deja la financiación inmediata para las compras habituales en los comercios adheridos a su tarjeta, sin coste para el cliente.
¿Otro? El «plástico» Pago Fácil de Bankia proporciona, por su parte, el aplazamiento de los pagos en tres meses sin ningún gasto. Pero en este caso no solo es válido para comprar, sino que está abierto a viajes y reformas del hogar, entre otros pequeños caprichos. Incluso permite usarla para abonar impuestos, pero cobrarán nueve euros por operación en concepto de gastos de gestión.
Más allá de estas modalidades, hay otras tarjetas de crédito sin intereses, pero con plazos de un solo mes. Su ventaja es que, además, eliminan los gastos de emisión.
Los titulares de cualquier medio de pago, en su modalidad de crédito o débito, tienen otra alternativa diferente para ahorrase unos euros en la utilización de sus “plásticos”: detectar los modelos que no presenten gastos en su emisión o mantenimiento. Como consecuencia de esta estrategia, podrán conseguir un ahorro de entre 20 y 100 euros todos los años, en función de las características en que están confeccionados, gamas, prestaciones, vinculaciones, etc.
Este objetivo puede lograrse a través de ciertas propuestas que hacen las entidades bancarias a sus clientes. La principal es la mayor vinculación: domiciliación de nóminas y recibos domésticos. No será la única forma para lograr esta finalidad, pues también están disponibles para buenos clientes que tienen muchos productos contratados (créditos, seguros, planes de pensión, etc.).