Las tarjetas de débito se han convertido en un instrumento casi imprescindible para los jóvenes. Con ellas pueden gestionar sus ahorros o disponer de la paga de sus padres, realizar sus compras, pagar sus gastos y contar con efectivo en el extranjero sin tener que llevar dinero en el bolsillo. Para satisfacer las demandas de los jóvenes, los bancos han confeccionado “plásticos” adaptados a sus necesidades y que les permiten unas prestaciones especiales. No son diferentes de las otras tarjetas de débito, pero incluyen ciertos servicios destinados a jóvenes de entre 18 y 30 años. En la mayoría de los casos, se comercializan sin ninguna cuota de emisión ni de mantenimiento.
¿Qué tarjeta puede contratar un joven?
Los usuarios más jóvenes pueden albergar dudas sobre qué modelos se adaptan mejor a sus necesidades. Entre una extensa oferta de tarjetas que cumplen con estas características, se puede elegir teniendo en cuenta detalles como las prestaciones que ofrecen, sus descuentos, gastos, etc.
Casi todas permiten realizar pagos contactless y acumular puntos para canjear por regalos
Desde esta perspectiva, Bankia brinda a este segmento social su Tarjeta Débito Jóvenes, para que puedan disponer de este servicio sin pagar comisiones. Además, cuenta con tecnología «contactless» que les permitirá realizar pagos sin contacto en los comercios y los cajeros habilitados para ello. Es gratis hasta los 25 años, sin cuota de alta ni de mantenimiento, y deja acumular puntos que podrán canjearse por regalos. No obstante, una de sus propuestas más atractivas consiste en los descuentos del 2% en las recargas de móvil a través de los cajeros de la entidad.
El banco que preside Francisco González incluye en su oferta para los clientes más jóvenes la Tarjeta Ahora blueBBVA, un «plástico» en modalidad de débito, para que puedan realizar todo tipo de compras con el dinero de su cuenta.
Banca Ceiss, por su parte, incorpora una tarjeta para operar en todos los canales (Internet, banca telefónica, cajeros…), a fin de adquirir en infinidad de establecimientos y disponer de dinero en efectivo en su red de cajeros, tanto en España como en el extranjero. Es gratuita durante el primer año, para después abonar una cuota anual de 22 euros.
CatalunyaCaixa ha optado por proporcionar a estos clientes la Tarjeta Visa Electron Joven. Pueden contratarla quienes tengan entre 18 y 30 años, siendo un medio de pago a débito para pagar sus compras. Es gratis, sin cuota de emisión ni la de mantenimiento, si sus titulares realizan un mínimo de tres adquisiciones al año con ella.
Unicaja es otra de las entidades que se ha decantado por ofrecerles este servicio a través de su Tarjeta Joven, que es por completo gratuita y con tecnología «contactless». Su principal aportación, en este caso, es que es válida para comprar por Internet.
Con la Visa Flash de La Caixa también podrán adquirir en cualquier establecimiento o sacar dinero de cualquier cajero que acepte este medio de pago. Y si van al extranjero, podrán utilizarla igualmente, ya que podrán recargar el saldo según sus necesidades.
Las tarjetas para jóvenes presentan una batería de características de las que adolecen otras similares destinadas a otros segmentos de la población. ¿Cuáles son las diferencias que se pueden encontrar los jóvenes de más de 18 años al contar con uno de estos modelos?
Son más fáciles de contratar bajo la exención de gastos de emisión o mantenimiento, con lo que el ahorro en su utilización es mayor.
Están confeccionados bajo promociones para que los jóvenes puedan ahorrar dinero en su uso: recargas en el móvil con bonificaciones, posibilidad de obtener regalos, etc.
Pueden ser empleadas en el extranjero durante viajes de estudio o con un grupo de amigos.
Es un instrumento para que la paga de sus padres pueda ir directamente a su tarjeta y, de esta manera, gestionar sus ahorros con libertad.