A veces, se está interesado en las prestaciones que concede una tarjeta determinada, pero la entidad en la que se tiene el capital no la posee. Ahora, es posible contratarla, sin necesidad de abrir una cuenta corriente en el banco o caja de ahorros que emite la tarjeta. Basta con solicitarla y domiciliar el pago de la misma en la entidad habitual, como se detalla en este artículo donde también se analizan los actuales modelos de tarjetas que no requieren cambiar de banco.
Tener la tarjeta deseada sin cambiar de entidad
Numerosos clientes encuentran ofertas y promociones con tarjetas de crédito distintas a las que ofrece su banco habitual, pero no desean cambiar de entidad, ni tener que lidiar con papeleos y gestiones… El problema parece estar resuelto, ya que se han ideado las tarjetas que no necesitan cambiar de banco, que brindan al usuario la posibilidad de optar por los mejores modelos, con independencia de qué entidad esté detrás del mismo.
Se puede optar a los mejores modelos sin necesidad de atender a qué entidad esté detrás de la tarjeta
Hasta hace poco tiempo, las tarjetas sin cambiar de banco eran ofrecidas por empresas o marcas, como VISA, Mastercard, American Express…; también, por compañías como PayPal, Cepsa o Repsol. Son un medio de acceder al crédito para realizar compras o pagar servicios de los establecimientos propios y se pueden domiciliar en cualquier entidad.
La novedad reside en que ahora, además, hay varias entidades financieras que brindan la posibilidad de asociar una tarjeta de crédito al banco con el que se opera de manera habitual.
Los requisitos para solicitar este tipo de tarjetas son muy parecidos a los necesarios para contratar la tarjeta de crédito tradicional que ofrecen bancos y entidades financieras:
Demostrar ingresos regulares, como una nómina (algunas entidades piden hasta las últimas seis nóminas).
Según la tarjeta y la cantidad de crédito que permite, a veces es importante la edad. En algunos casos para solicitar tarjeta de crédito sin cambiar de banco se necesita ser mayor de 21 años y menor de 75.
Varios modelos sin cambiar de banco
Dentro de esta modalidad de tarjetas se pueden encontrar varias alternativas:
Una de las opciones que se puede elegir es la Tarjeta Visa Dual de Ibercaja, bajo el formato de tarjeta de crédito y pago aplazado. Contempla una T.A.E. del 0%, con un plazo máximo para la financiación de 12 meses. La cuota, tanto del primer año como para su renovación, es de 34 euros, e incorpora de forma gratuita un seguro de asistencia en viajes y seguro de accidentes.
Esta tarjeta permite a la vez pago único y pago aplazado; la modalidad se escoge en el momento de realizar la compra.
Bajo las mismas condiciones se ha confeccionado la Tarjeta Donostia Kultura de la Kutxa. Consiste en una tarjeta de crédito con forma de pago único, inmediato y aplazado. En este modelo se aplica una T.A.E. del 1,3%. Cuesta, durante el primer año y por su renovación, 22 euros. También incluye un seguro de accidentes y asistencia en viajes.
Otra opción para considerar es la Tarjeta Fútbol Crédito de BBVA. Implica aceptar una T.A.E. del 24,6%, con un periodo máximo para su devolución de 36 meses, y contemplar una comisión por amortización total o parcial de 0,5%.
En esta modalidad se paga una cantidad de 36 euros por las cuotas del primer año y su posterior renovación y la obtención de forma gratuita de un seguro de uso fraudulento.
Dentro de la oferta en este tipo de productos financieros se puede encontrar, asimismo, la Tarjeta MasterCard Oro de Santander Consumer Fin, de crédito y bajo el formato de pago único. Incorpora una T.A.E. del 24,6%, con un plazo límite de devolución que alcanza los 36 meses, y no aplica comisión por amortización total o parcial.
Esta opción está exenta del pago de la cuota del primer año, mientras que la de renovación es de 14 euros. Está completada con la contratación de forma gratuita de un seguro de accidentes y de fallecimiento, así como con la obtención de promociones con descuentos al utilizar la tarjeta.
La Tarjeta Citi Classic, con forma de pago único o aplazado, aplica una T.A.E. del 26,8%. A ello se añade una comisión por amortización total o parcial del 1%. La cuota del primer año y por su renovación es siempre la misma: 30 euros.
Se une a este producto un seguro de protección de compras de 300 euros por atraco en cajero automático; también el de compra protegida, hasta 300 euros por siniestro, y de uso fraudulento del teléfono móvil, con 300 euros por siniestro y año.