Recién inaugurado un nuevo año bursátil, son muchos los pequeños y medianos inversores que buscan oportunidades de compra en el mercado continuo español para rentabilizar sus ahorros. Entre dichas opciones se encuentran una decena de valores que cotizan por debajo del euro, y que pueden atraer la atención del ahorrador por sus posibles revalorizaciones. Su baja cotización, sin embargo, no debe provocar confusión, ya que aunque un valor cotice a esos precios no necesariamente significa que esté barato. De hecho, en muchos casos es todo lo contrario y su cotización está basada en que los mercados no prevén expectativas de crecimiento en estos valores para los próximos ejercicios, ni proyectos sólidos. Ésta es la razón de que algunas de estas empresas tengan un alto componente especulativo o problemas en su financiación. Las expectativas de revalorización de esta decena de valores pueden ser enormes, pero también lo es la posibilidad de depreciarse, por lo que su contratación sólo es apta para inversores con un perfil agresivo.
Más acciones por el mismo precio
Tienen poca liquidez, son muy volátiles y pueden ser movidas por las manos fuertes del mercado, las de los brokers, que mueven la cotización de la acción en una u otra dirección, en función de sus intereses. Éstas son las principales características que presentan los valores que cotizan por debajo del euro, y por las que pueden ser detectados fácilmente por el usuario bursátil. Por ejemplo, un inversor que invierta 12.000 euros en un valor que cotice a 0,35 euros y experimente una subida de 0,08 euros, obtendrá una plusvalía bruta de 2.743 euros (el 22,9% sobre la inversión realizada). Pero igual que se da esta situación, en períodos bajistas las pérdidas pueden ser muy importantes y difíciles de asumir por parte de algunos inversores. De ahí el peligro de contratar esta clase de valores que, en opinión de los analistas, están más orientados a perfiles agresivos con amplios conocimientos del mercado que sepan operar en los movimientos como trading (operaciones de compra-venta en el mismo día), cuándo vender, conocer el apoyo en soportes y resistencias (áreas de la cotización en las que la posibilidad de cambio de dirección del mercado o del valor es alta por ser la presión de compra sensiblemente superior a la de venta, o viceversa), etc.
¿Por qué, entonces, el inversor compra en estas empresas que no superan el listón de la unidad de euro? En gran medida, por su efecto psicológico, ya que permite disponer de mayor número de acciones por la misma cantidad de dinero suscrito. Invirtiendo, por ejemplo, 6.000 euros en una empresa que cotiza a 0,45 euros se tendrá un total de 13.333 acciones, mientras que si la inversión se produce en una empresa que cotiza a 23,56 euros, el inversor solamente dispondrá de 255 acciones.
El efecto psicológico desempeña un gran papel, ya que la compra estos valores permite disponer de mayor número de acciones por la misma cantidad de dinero suscrito
La oferta que puede encontrar el inversor para la contratación de uno de los valores con estas características no es realmente amplia, pero sí lo suficientemente representativa de los principales índices sectoriales del mercado continuo como para seleccionar aquél que mejor se adapte al análisis de cada inversor, aunque sin perder de vista todas las precauciones que recomiendan los analistas. En principio, se trata de compañías de baja capitalización o con expectativas de crecimiento muy débiles, que en algún momento pueden dar el salto en su cotización, rebasando la barrera psicológica del euro. Ercros (0,40 euros), Jazztel (0,39), Natraceutical (0,99), Reno de Medici (0,60) y Urbas (0,90) son las empresas que cumplen con estos requisitos, aunque también existen otras compañías, que perteneciendo a esta categoría, lo han abandonado tras superar este soporte como es el caso Dogi, o remontándose a más años, con el grupo Picking Pack (Services Point Solutions).
Baja contratación
En cualquier caso, se trata de valores con poca contratación. A modo de ejemplo, se puede comprobar que los títulos de Urbas rara vez superan los dos millones, y en otros casos incluso no se llega a superar el medio millón de títulos, como ocurre con Reno de Medici. Caso aparte es Ercros, que tras llevar años sin apenas movimientos en su contratación, ha conseguido durante los dos últimos ejercicios llegar a mover hasta 10.000.000 de títulos por sesión. Más agudizada está esta tendencia en la «teleco» Jazztel, que en determinados períodos ha movido más de 60.000.000 de títulos por sesión. ¿Qué quiere decir que haya una mayor contratación de títulos? Sencillamente, que existe un mayor interés por parte de los inversores, lo que provoca un incremento de la liquidez de la acción y da lugar a que exista una mayor facilidad para realizar las operaciones de compra y venta de la acción.
La mayor oscilación en sus cotizaciones es otro de los parámetros que distingue a estos valores. En este sentido, hay que indicar que el grado de oscilación que presenta una acción se mide con un indicador denominado «Beta». Este indicador compara la volatilidad de la acción con la que presenta la bolsa en su conjunto.
- Si la beta del valor es igual a uno, su precio se moverá en consonancia junto con el mercado. Si el mercado sube un 3%, en teoría el valor subirá un 3%. Cuando se refiere al mercado, se habla del mercado del que forma parte el valor. Por ejemplo, se hablaría de Sacyr Vallehermoso, en relación al Ibex 35.
- En el caso que la beta del valor sea mayor que uno, el valor será mas volátil que el mercado, y su riesgo será mayor en relación a los movimientos del mercado, porque subirá o bajara un porcentaje mayor de lo que lo haga el mercado.
- En el caso de que la beta del valor sea menor que uno, el valor será menos volátil que el mercado, su riesgo será menor en comparación con el mercado. Subirá o bajara un porcentaje menor de lo que lo haga el mercado.
Como consecuencia de ello, los valores con betas mas altas son mas volátiles e implican una mayor posibilidad de obtener un mayor rendimiento, aunque también entrañan un mayor riesgo, debido a la posibilidad de perder un mayor porcentaje.
Otro aspecto que caracteriza a estos valores es que no reparten ningún dividendo durante el año, al ser empresas que de momento no obtienen beneficios o están en períodos de crecimiento, lo que también resta atractivo para aquellos perfiles más conservadores que buscan este tipo de rentabilidad.
¿Cómo se determina el precio de la acción?
Que un valor cotice por debajo del euro no indica que sea barato
No conviene confundir los valores que cotizan por debajo del euro con acciones baratas. Un valor que cotice a 0,56 euros, por ejemplo, puede estar muy caro, mientras que otra compañía que tiene fijado su precio en 34,56 euros puede ser realmente una oportunidad de compra para el futuro. Entonces, ¿qué es lo que determina que se esté ante una acción cara o barata? Una forma rápida y segura de detectar si una compañía cotiza en niveles adecuados consiste en comparar los beneficios que obtiene con la cotización. Esto se consigue a través del PER (precio de la acción), una ratio que indica cuántas veces están contenidas las ganancias en los precios de las acciones. Para ver si una compañía está o no en su precio, hay que fijarse en el múltiplo a que cotiza y ver si está en sintonía con el de otras empresas homólogas o comparables.
En principio, el PER tiene la siguiente lectura: un precio por acción alto determina que el precio de la acción está caro, mientras que si es bajo querrá decir que el precio de la acción está barato. Pero, ¿cuándo se puede considerar que el PER es bajo, y cuándo que es alto? Un mismo nivel de PER puede ser bajo para una acción y alto para otra. No obstante, se pueden utilizar algunas referencias para valorar el nivel de este parámetro bursátil.
- Comparando con el PER histórico de la acción, es decir, si una acción ha presentado históricamente un PER en torno a 15 y el actual es de 25, se interpreta como que la acción está cara para comprarla. Si por el contrario, esta misma acción ha presentado durante los últimos ejercicios un ratio de 20 y actualmente es de 10, indica todo lo contrario, que la acción está barata.
- Comparando con el PER medio del sector bursátil a que pertenezca. De esta forma, si las empresas del sector financiero presentan un PER medio de 20, y una de ellas cotiza con un PER de 30, quiere decir que, comparativamente, está acción está cara y no representa ninguna oportunidad de compra.
- Son empresas con problemas de financiación o que están en procesos de crecimiento.
- Una subida o bajada de un solo céntimo puede hacer subir o caer la acción entre un 5% y un 8%.
- Puede haber problemas de liquidez, que pueden perjudicar al inversor en el momento de salir del valor, es decir, vender.
- Los brokers pueden mover el valor a su antojo.
- Estos valores no están representados en las carteras que realizan los principales intermediarios financieros.
- A pesar de su bajo precio, puede que se encuentren sobrevalorados, es decir, coticen por encima de sus expectativas.
- Tienen un componente altamente especulativo.