El Ministerio de Fomento firmó ayer un acuerdo de mejora de las condiciones del transporte de viajeros muy similar al rubricado la semana pasada con el sector de mercancías. El pacto incluye una de las principales reivindicaciones de los empresarios de autobuses, taxis y ambulancias: la revisión al alza de las tarifas reguladas. El objetivo del acuerdo no es otro que el de «ayudar al sector ante el alza del precio del gasóleo», señalaron fuentes de Fomento.
Entre las medidas más destacadas se encuentra la revisión de las tarifas de las concesiones de líneas regulares de transporte interurbano de viajeros y las de los servicios también interurbanos de taxi. Del mismo modo, el Gobierno se ha comprometido a estudiar -previa solicitud de las empresas interesadas- las circunstancias de competencia con otros modos de transporte (AVE, por ejemplo) en aquellas concesiones de transporte público regular de viajeros en autobús de titularidad estatal.
Otras iniciativas acordadas son la creación de plataformas reservadas para el transporte de viajeros en autobús, en el contexto de la mejora de las infraestructuras viarias, así como la fijación obligatoria en los contratos de intereses de demora y de cláusulas de actualización automática de los precios en función del comportamiento del carburante.
El transporte de viajeros, como el de mercancías, podrá también beneficiarse de una bonificación para este año de las cuotas del Impuesto de Actividades Económicas (IAE), de la reducción del impuesto sobre primas de seguros o del incremento en las dietas exentas de tributación en el IRPF.