Las empresas dedicadas a producir energía a partir de biomasa atraviesan una «precaria situación», según manifestó ayer la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA), que mostró su preocupación al respecto. APPA denunció que la mayoría de estos proyectos «están paralizados a la espera de que mejore la regulación de esta actividad económica, tal y como recoge el Plan de Energías Renovables 2005-2010 (PER)». Aunque este plan fue aprobado por el Consejo de Ministros en agosto del año pasado, aún no se ha incorporado a la legislación vigente, apuntó la asociación.
APPA explicó que los objetivos del PER se basan en la biomasa como principal fuente de energía. Sólo la biomasa de uso eléctrico debe aportar 5.138 kilotoneladas equivalentes de petróleo (ktep), una cantidad bastante superior incluso a la estimada para la energía eólica, que es de 3.914 ktep, señaló la asociación. Ello exige llegar a tener instalados 1.695 MW en 2010, cuando en la actualidad no se llega a los 400 MW, aseguró.
El Decreto 1556/05, de 28 de diciembre, que fijó las tarifas de 2006, vino a empeorar la situación para la biomasa de uso eléctrico, según afirmó APPA. Esta norma amenaza la viabilidad de muchas de las empresas que operan en este sector porque la metodología de cálculo establecida rebajó la retribución al kilovatio generado un 5,66%, explicó APPA.
Además de reconocer la falta de rendimiento y viabilidad económica de las plantas de generación eléctrica con biomasa, APPA señaló que el PER establece, entre otras actuaciones de impulso, un incremento de la retribución para permitir su crecimiento. No obstante, la asociación advirtió de que las medidas contenidas en el PER todavía no se han incorporado al Real Decreto 436/04, la norma de referencia del sector de las energías renovables en España.