El temor a una nueva recesión económica global y de las dificultades para solventar la crisis de la deuda soberana europea provocó un desplome de las Bolsas de todo el mundo. En Europa, la Bolsa más castigada fue la de Fráncfort, que cayó un 5,28%, mientras que en Madrid el Ibex 35 registró su tercera peor jornada del año y acabó la sesión del 5 de septiembre con un derrumbe del 4,69%, a un paso de perder la cota de los 8.000 puntos. La prima de riesgo repuntó hasta los 341 puntos básicos.
Este temor generalizado surgió tras las declaraciones de la presidenta del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, y del presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, alertaron de que la economía mundial se enfrenta al peligro de una recaída inminente. El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, salió al paso de esta afirmación y descartó otra recesión en Europa, pero no logró convencer a los inversores.
Desde España, la vicepresidenta para Asuntos Económicos, Elena Salgado, descartó que nuestro país vaya a entrar en recesión o que necesite un rescate financiero, aunque reconoció que España no es ajena a la «incertidumbre sobre el crecimiento de las economías desarrolladas», principalmente de los países que tienen que acudir a los mercados para financiar su deuda.
Tras Fráncfort, las Bolsas más perjudicadas fueron la de Milán, que cayó un 4,83%, y la de París, que se dejó un 4,73%. Detrás se situaron Madrid (-4,69%) y Londres (-3,58%). En Asia, el índice Nikkei de Tokio se dejó un 1,86%, Hong Kong perdió un 2,95% y Shanghai un 1,96%. En Estados Unidos, Wall Street esquivó los derrumbes al estar cerrado por ser festivo.
En cuanto a los valores, los más afectados fueron los bancarios que cayeron en picado, sobre todo Deutsche Bank (7,3%) y los franceses Societé Generale (6,9%) y BNP Paribas (6,4%). En el Ibex-35 Santander y BBVA registraron desplomes del 5,94% y del 5,79%, respectivamente. Fuera de los valores bancarios, Sacyr anotó pérdidas del 7,62%, Arcelormittal del 7,47% y Repsol del 6%.