De común acuerdo con los Estados miembros y con el objetivo de que se puedan identificar claramente cuando circulen por todo el territorio comunitario, la Comisión Europea recomendó a finales de esta semana que figure el nombre del país emisor, en su totalidad o de forma abreviada, en la cara nacional de todas las monedas de euro.
Además, a partir de ahora, el nombre de la moneda ya no debe reproducirse sobre la cara nacional puesto que se encuentra en la cara común. Estas dos orientaciones completarán las dos características que ya existen: las 12 estrellas rodeando el diseño y el año de emisión.
Estas reglas generalizan una práctica que siguen ya la mayoría de países, entre ellos España, y a partir de ahora deberán respetarlas los países de la ampliación que se adhieran al euro y los actuales socios cuando aprueben nuevas monedas. Las monedas existentes seguirán siendo válidas.
La recomendación figurará en el orden del día de la reunión de los ministros de Economía del 7 de junio. El mismo día, el Ecofin se pronunciará sobre la actualización del diseño que figura en la cara común del euro con el objetivo de extender el mapa para incluir a los países de la ampliación.
Desde su puesta en circulación el 1 de enero de 2002, las monedas de euro viajan cada vez más entre los 12 países que lo utilizan. Una de las caras es común para todos los países emisores mientras que la otra presenta características nacionales.