La Comisión Nacional de la Energía (CNE) abordará en su reunión de hoy el informe en el que, como establece el nuevo mecanismo, propondrá al Ministerio de Industria una posible revisión de la tarifa de la luz a partir del 1 de julio. Todo hace prever que el regulador se decantará por aplicar subidas que acerquen la tarifa al coste real de la energía. Los técnicos de la CNE ya advirtieron a finales de 2007 a Industria de la conveniencia de aplicar una medida de este tipo.
El secretario general de Energía, Pedro Marín Uribe, dijo el pasado viernes que su departamento supone que el regulador propondrá aplicar un incremento cercano al 20%, y adelantó que el Ministerio de Industria, que es el que debe adoptar la decisión final, tomará «en mucha consideración» el informe de la CNE.
Sin embargo, el ministro Miguel Sebastián matizó las declaraciones de Marín Uribe y precisó que una subida de la tarifa eléctrica de alrededor del 20% «no es razonable», al tiempo que recordó que es el Gobierno quien decide sobre la revisión y avanzó que la decisión del Ejecutivo sí será «razonable».
Hasta ahora, Industria era la que remitía una propuesta trimestral de revisión del precio de la luz a la CNE, que se encargaba de elaborar un informe no vinculante tras recoger las opiniones del sector. Pero a partir del 1 de julio será la propia CNE la encargada de elaborar la propuesta tarifaria, que enviará al Ministerio para que tome la decisión final.
El secretario general de Energía cree que el regulador propondrá aplicar un incremento cercano al 20%
Después de aplicar en enero una subida del 3,3%, Industria decidió congelar las tarifas en la revisión de abril. Las compañías eléctricas insisten en que es necesario subir nuevamente el recibo de la luz para hacer frente al déficit tarifario (diferencia entre el coste reconocido de la electricidad y los ingresos de la actividad regulada). Para este año, la propia CNE calcula que el déficit podría estar en 4.725 millones de euros. De esta cifra deben descontarse los derechos de emisión de dióxido de carbono (CO2) asignados a las eléctricas.
Críticas de los consumidores
El posible incremento del precio de la luz ha levantado encendidas críticas por parte de las organizaciones de consumidores. Según la Confederación Española de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (CEACCU), «este no es el mejor momento» para tomar medidas que reduzcan el déficit tarifario a costa del recibo de la luz que pagan los ciudadanos.
A juicio de esta organización, una subida del 20% sería «desproporcionada, desequilibrada e injusta», más aún en la actual situación económica. Advierte de que un aumento de esta magnitud «agravaría la situación de endeudamiento de las familias, cuya capacidad adquisitiva se reduciría aún más».
Por su parte, la Unión de Consumidores de España (UCE) aboga por abordar el problema del déficit de tarifa de forma «gradual y sosegada», no con «subidas de golpe» en el recibo. UCE cree que, dada la actual coyuntura económica, «no podemos estar a favor de una subida repentina de la luz de un 20%».
Las asociaciones de consumidores opinan que, dada la actual coyuntura económica, no es el mejor momento para elevar el precio de la luz
En esta misma línea se ha posicionado la Federación de Consumidores en Acción (FACUA), que pide «coherencia política» al Gobierno y espera que al fijar las tarifas de la electricidad, el ministro de Industria «tenga en cuenta los intereses de los consumidores y la actual coyuntura económica».
FACUA pide a Sebastián que «no ceda a las continuas presiones de las eléctricas y pondere que sus mil millonarios beneficios anuales no convierten en una necesidad real que las tarifas suban de forma tan desproporcionada como pretenden».
Esta asociación reitera además sus demandas de participación en las políticas sobre el sector eléctrico. En este sentido, critica la ausencia de «un diálogo real» entre el Ministerio y las asociaciones de consumidores, a las que se mantiene «al margen del debate sobre el futuro del sector».
