El Indicador de Confianza del Consumidor (ICC) registró en diciembre una leve bajada de seis décimas, hasta los 74,7 puntos, con respecto al nivel registrado en noviembre, que fue del 75,3 puntos, según se desprende del índice que elabora cada mes el Instituto de Crédito Oficial (ICO). A pesar de este descenso, en el último mes de 2009, la confianza de los consumidores en el conjunto del año pasado ha vuelto a los niveles que registraba en los inicios de la crisis financiera que comenzó en otoño de 2007.
El descenso de la confianza en diciembre fue consecuencia del empeoramiento de las expectativas de los ciudadanos sobre el futuro de la economía del país y el suyo propio. Sin embargo, se produjo una mejora en el indicador parcial de situación actual. En concreto, el indicador de situación actual subió en diciembre, con respecto al mes anterior, 1,4 puntos, hasta los 46,5 puntos, mientras que el indicador de expectativas bajó 2,8 puntos, hasta los 102,8 puntos.
La subida del indicador parcial de situación actual, la segunda consecutiva, fue consecuencia de la mejora de las opiniones de los encuestados sobre la situación actual de la economía (dos décimas más), del empleo (+2,9 puntos) y de la economía familiar (+1,3 puntos).
Por su parte, el indicador parcial de expectativas descendió 2,8 puntos frente a su valor de noviembre, debido al retroceso de las expectativas sobre la economía española (-5,2 puntos) y la economía del hogar (-3,6 puntos), aunque mejoraron ligeramente las perspectivas para el empleo (+0,5 puntos). A pesar de la caída de este mes, el indicador parcial se mantuvo por encima del nivel de 100 puntos, al igual que en noviembre, destacó el ICO.
En diciembre, los consumidores mostraron unas expectativas de inflación mayores que en noviembre, a la vez que moderaron ligeramente sus perspectivas de subida de los tipos de interés. Además, manifestaron unas peores expectativas sobre sus posibilidades de ahorro y de consumo de bienes duraderos para el próximo año. En comparación con diciembre de 2008, los consumidores muestran ahora unas mayores perspectivas de inflación, de subidas de tipos de interés, de ahorro y de consumo de bienes duraderos.