La Unión Europea (UE) se vio obligada a importar el 56% de la energía necesaria para cubrir sus necesidades el pasado año, dos décimas respecto al ejercicio precedente, según los datos que difundió ayer la oficina estadística de la UE, Eurostat. La dependencia energética de España creció muy por encima de la media comunitaria: 4,1 puntos, hasta situarse en el 85,1%.
El consumo se mantuvo estable el pasado ejercicio en el equivalente a 3,6 toneladas de petróleo por habitante. Sin embargo, tuvo que abastecerse más del exterior como consecuencia de que la energía que generaron los países miembros se redujo un 4,2%. Las compras a otros países se elevaron un 4,5%.
Por fuentes de energía, las importaciones de petróleo crecieron un 2,9%, lo que sitúa a la UE con una dependencia exterior del 60% en esta materia prima. En cuanto al gas, el porcentaje es del 25%, después de que las compras a terceros aumentaran en un 9,2%.
Cae la producción propia
La producción propia cayó en todos los capítulos. La energía obtenida con petróleo descendió un 9%; la de gas natural, un 5,8%; la de carbón, un 5,7%, y, por último, la nuclear, un 1,3%.
En el caso de España, el consumo creció un 2,1%, hasta 139,5 millones de toneladas equivalentes de petróleo, lo que supone 3,2 toneladas per cápita. La producción energética española es muy limitada, con lo que hubo que importar 125,7 millones de toneladas, un 7,7% más que en 2004.
Las compras al extranjero cubren, por tanto, el 85,1% del consumo, lo que le convierte en el séptimo país más dependiente energéticamente de los 25 países de la UE. El peor de la clasificación es Chipre, que importa el 100%.
El consumo de energía creció un 2,1% en nuestro país el pasado ejercicio
Los Estados miembros más dependientes fueron Chipre (100%), Portugal (99,4%), Luxemburgo (99%), Letonia (94%) e Irlanda (90,2%), mientras que los menos necesitados de importaciones son Reino Unido (13%), Polonia (18,4%), Estonia (33,9%), República Checa (37,6%) y Países Bajos (38,9%). Dinamarca es una excepción en esta tendencia ya que produce más energía de que la que necesita, por lo que es exportadora neta de la misma.
España importó durante 2005 hasta 125,7 millones de toneladas, lo que supone una tasa de dependencia del 85,1%, cifra que aumentó en 7,7% con respecto al año anterior.
Tendencia constante
Los datos del último decenio muestran que la UE ha mantenido una tendencia constante al aumento de su dependencia energética desde 1995, cuando era del 44%. Entre 1995 y 2004, el consumo de energía de la Unión aumentó un 11%, la producción bajó un 2% y las importaciones aumentaron un 29%.
La tendencia hacia el aumento de la dependencia de energética tiene su mejor ejemplo en el Reino Unido, que pasó a ser un importador neto en 2004 tras más de un decenio como exportador de energía. El Reino Unido más que dobló su nivel de dependencia energética en 2005 (13% del consumo frente al 5,2% de 2004).
Rusia es el principal suministrador de gas natural y petróleo a la UE, así como el segundo de carbón. Los mayores proveedores de petróleo fueron Rusia (32%), Noruega (19%) y Arabia Saudí (11%). En cuanto al gas natural, Rusia (40%), Noruega (25%) y Argelia (19%) dominaron las ventas a la UE.
Las importaciones de carbón procedían principalmente de Sudáfrica (29%), Rusia (17%), Australia (16%) y Colombia (13%).