La organización ecologista Greenpeace aseguró ayer que los destrozos provocados por el temporal del fin de semana en las costas mediterráneas son consecuencia de la excesiva urbanización costera, y es por ello que reclaman al Gobierno una revisión profunda de la gestión costera de España, según informó en un comunicado. Los destrozos en las playas y el mobiliario urbano, a pesar de que el temporal no fue excesivamente fuerte, sino lo normal en esta época del año, confirma la excesiva urbanización de «nuestras costas», añade el comunicado.
Asimismo, señala que las zonas más afectadas de Cataluña, como Maresme, Girona y el Delta del Ebro, suelen ser siempre las que sufren el azote de los temporales, de modo que las graves consecuencias que provocan deberían ser prevenidas. Por otro lado, Greenpeace denuncia la ineficacia de los miles de millones que se invierten cada año para regenerar las playas por aporte artificial de arena, como demuestra la destrucción de las más de 40 playas mediterráneas el pasado fin de semana.
A pesar de los avisos que da la naturaleza sobre los espacios que por seguridad no deberían ocuparse, como es la primera línea de playa, no se está produciendo el deseable «esponjamiento» en el litoral, sostienen los ecologistas. En este sentido, Greenpeace afirma que la cantidad de proyectos que tiene previsto poner en marcha el Gobierno, como la ampliación de al menos 30 grandes puertos comerciales, 58 proyectos para ampliar o construir puertos deportivos y numerosos proyectos de urbanización en primera línea de playa, recortarán un poco más las costas españolas.