La mayoría de los responsables de crédito en las instituciones financieras españolas considera que sus propios clientes desconfían de los bancos. Así se recoge en un estudio de la Asociación Europea de Marketing Financiero (EFMA) y FICO, realizado entre profesionales relacionados con riesgos financieros en las instituciones más importantes de Europa.
Más de la mitad de los encuestados (54%) cree que sus propios clientes no confían en las instituciones prestatarias, mientras que el 46% piensa que sí confían. Sin embargo, la mayoría (un 92%) coincide en que los clientes son mucho más fieles al banco en el que tienen su cuenta corriente, lo que indica la necesidad de mantener la fidelidad de los clientes y la importancia de las ventas cruzadas.
El objetivo del trabajo es conocer las probabilidades de crecimiento potencial de la industria y los desafíos a los que se enfrentan en los próximos seis meses. En esta ocasión, han participado en el estudio más de 100 representantes de crédito, desde bancos locales a instituciones mundiales, de 24 países y 91 compañías.
El estudio muestra un mayor optimismo en el sector en relación al informe llevado a cabo en febrero, pero todavía persiste el temor a que se produzcan conflictos a la hora de ofrecer hipotecas y descubiertos en las cuentas corrientes. Una pequeña parte de los responsables encuestados en España (10%) considera así que la morosidad, tanto en tarjeta de crédito como en créditos para automóvil o para pymes, se reducirá en los próximos seis meses, mientras que en el primer estudio no se preveía ninguna mejora. Globalmente, sin embargo, al menos un 70% de los encuestados espera que la morosidad empeore en todas las áreas. En este sentido, destaca el hecho de que el 92% de los encuestados cree que los descubiertos crecerán debido a las altas tasas de desempleo.
Por lo que se refiere a la concesión de créditos en España y Portugal, el 54% de los responsables encuestados espera un descenso en la cantidad de solicitudes globales. En concreto, el 53% prevé una caída en el volumen de solicitudes de crédito al consumo y un 23% un descenso en los saldos de las tarjetas de crédito. Sin embargo, un 38% de los encuestados cree que se incrementará la concesión de crédito a través de tarjetas. La previsión es que la demanda de crédito por parte de las pymes también descenderá.