Amnistía Internacional (AI) informó ayer, a través de su vicepresidente en Cataluña, Jordi Baltà, de que la mitad de los videjuegos disponibles en Internet, establecimientos y salas de ocio suponen «un abuso de los derechos humanos» y «atentan contra la dignidad de las personas». Esta es una de las principales conclusiones que se extrae del informe «Con la Violencia hacia las Mujeres no se juega», que esta organización presentó ayer en Madrid y Barcelona. El estudio constata que «muchos videojuegos fomentan roles y estereotipos discriminatorios hacia las mujeres».
Según Baltà, gran cantidad de videojuegos «trasladan a las mujeres a papeles secundarios o las condenan a la absoluta invisibilidad». El mismo informe constata los resultados de un estudio recientemente presentado por el Gobierno según el cual sólo el 17% de personajes de videojuegos son femeninos.
Uno de los casos más impactantes es el del videjuego «Grand Theft Auto: San Andres», el «superventas» de estas Navidades, que consiste en que el usuario, después de gastarse todo su dinero en una prostituta lo recupere agrediéndola hasta la muerte. Otros videojuegos contienen abusos contra los menores o ataques contra la población civil.
Por contra, y en respuesta a este estudio, desde la Asociación Española de Distribuidores y Editores de Software de Entretenimiento (Adese), su secretario general, Carlos Iglesias, acusó a AI de «alarmista y tendenciosa». Aseguró que sólo un 2% de los videojuegos que se encuentran en las estanterías de los comercios tiene contenidos calificados para mayores de 18 años.