La morosidad de los créditos concedidos por los bancos, cajas y cooperativas que operan en España con empresas y particulares se situó en marzo en el 5,22%, según datos del Banco de España. Este porcentaje se sitúa por debajo del 5,29% registrado en febrero, con lo que baja por primera vez desde septiembre de 2009. Si se tienen en cuenta los establecimientos financieros de crédito (EFC) en el cómputo total, la mora de marzo se elevaría al 5,34%.
Al igual que en ocasiones anteriores, las cajas fueron las entidades con peor calidad crediticia de los tres grupos contabilizados, ya que su mora se situó en el 5,35%, por encima del 5,21% de los bancos y del 4,03% de las cooperativas de crédito. Los EFC no se incluyen en el cómputo moroso total del sistema financiero español para evitar que distorsionen el porcentaje general, ya que su mora -del 10,70% en marzo- es mucho más elevada que la de las otras entidades y, además, no pueden tomar fondos, sino que sólo los prestan.
Esta caída de la mora, de apenas siete centésimas, se debe al retroceso de la tasa de los tres tipos de entidades en el mes de marzo, ya que las cajas pasaron del 5,43% de febrero al 5,35%; los bancos, del 5,29% al 5,21%; y las cooperativas, del 4,04% al 4,03%. Tras mantenerse por debajo del 1% desde diciembre de 2000, la mora de bancos, cajas y cooperativas empezó en febrero de 2008 una escalada que le llevó a superar el 2% en julio de ese año, el 3% en noviembre, el 4% en febrero de 2009 y el 5% hace sólo dos meses, en enero de 2010.
El volumen de créditos dudosos de bancos, cajas y cooperativas sumó 92.301 millones de euros al cierre de marzo, con lo que era inferior en 919 millones a los 93.220 millones de febrero. Por su parte, la cartera crediticia total de estos tres grupos de entidades se situó en 1,767 billones de euros, por encima de los 1,759 billones de un mes antes. Las entidades financieras clasifican sus créditos como dudosos cuando su titular, sea un particular o una empresa, acumula tres meses consecutivos de impago, según marca la legislación vigente.