La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha vuelto a revisar a la baja el crecimiento de España. Su último informe prevé que el Producto Interior Bruto (PIB) español retroceda un 4,2% este año y un 0,9% el próximo. En su anterior informe semestral de perspectivas, publicado en noviembre, el organismo internacional limitaba el retroceso económico al 0,9% en el actual ejercicio y preveía un crecimiento del 0,8% en el próximo.
El nuevo escenario que augura la OCDE también es más pesimista que el que maneja el Gobierno. El pasado día 12, el Ejecutivo revisó a la baja sus propias expectativas y afirmó que el descenso del PIB sería del 3,6% en 2009 y del 0,3% en 2010. La senda positiva se retomaría en 2011, cuando la economía experimentaría un incremento del 1,8% y del 2,7% en 2012.
Por otra parte, la organización pide retirar en 2010 la mayoría de las medidas de estímulo adoptadas este año por el Gobierno central para impulsar el crecimiento económico y que han supuesto el equivalente al 2% del PIB.
Asimismo, recomienda que las pequeñas entidades financieras con problemas de solvencia se declaren en quiebra, y pide facilitar el acceso de las cajas de ahorro a fuentes de financiación externas del sector privado para obtener fondos propios y eliminar los obstáculos a las fusiones. El informe añade que el aumento de préstamos no productivos puede llevar a los bancos a endurecer más las condiciones de acceso a créditos. Al mismo tiempo advierte de que el «stock» de viviendas sin vender continuará pesando sobre los precios y la actividad en el sector de la construcción.