La producción de crudo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se queda como estaba, en 29,67 millones de barriles diarios. Así lo han decidido los países miembros del cártel en la reunión que han celebrado hoy en Viena. Los responsables de la OPEP han dicho que los elevados precios del «oro negro» alcanzados en las últimas semanas se deben a factores que escapan a su control.
Tal y como se preveía, la OPEP ha hecho oídos sordos al llamamiento realizado ayer por Washington. Estados Unidos pedía al cártel que incrementara ligeramente la producción (entre 300.000 y 500.000 barriles diarios) para calmar los precios del crudo, que superan los 100 dólares por barril en los mercados, y limitar los daños económicos de esta tendencia al alza.
En el discurso inaugural de la reunión, el presidente de la OPEP, Chakib Khelil, ya dejaba entrever que el nivel de producción se mantendría porque «el mercado petrolero esta bien abastecido y la creciente inquietud económica incidirá sobre la demanda». En su opinión, «los inventarios comerciales de crudo y productos están en línea con la tendencia estacional».
Como en otras ocasiones, los ministros del cártel han insistido en que el precio del crudo debe su escalada a factores como la debilidad del dólar, la especulación y los enfrentamientos políticos, y no a una escasez en el suministro.