Un buen puesto de trabajo. Esto es lo que todo el mundo quiere y muchos no consiguen. Un informe de la Fundación Foessa para Cáritas Española revela que la precariedad laboral afecta a unos tres millones de españoles. Además, indica que uno de cada cinco hogares tiene todos sus miembros activos en paro o con empleos temporales.
Los autores de este trabajo advierten de que la precariedad tiende a estancarse si no hay nuevas políticas laborales. Los más desfavorecidos en este sentido son las mujeres, los jóvenes, los trabajadores de más edad y, sobre todo, las profesiones menos cualificadas con menores requisitos de educación.
El informe destaca que ha habido una gran expansión del empleo estable, sin embargo los trabajos eventuales lo son cada vez más, ya que el ritmo de rotación es casi el doble, es decir, 3,1 contratos anuales por cada trabajador.
Según los autores, la expansión del empleo precario no sólo se ha debido a las reformas laborales, sino también a la falta de protección por desempleo. Así, sólo una de cada ocho personas no ocupadas de 16 a 64 años percibe un subsidio por desempleo, y la mitad recibe la prestación asistencial del 28% del salario medio.
Además, el análisis indica que el sistema de protección por desempleo, debido a su dejación, no ha llegado nunca a garantizar unos ingresos suficientes para todos los parados.