La presión fiscal de España se redujo en 4,2 puntos durante el ejercicio 2008, hasta un 33% del Producto Interior Bruto (PIB) con respecto a 2007, cuando alcanzó el 37,2%, según la última estadística de ingresos públicos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Nuestro país se sitúa por debajo de la media de los 30 países miembros de la organización, que también bajó la presión fiscal el año pasado medio punto con respecto a 2007, hasta situarse en el 35,2%.
De los 26 países que han proporcionado información fiscal a la OCDE, 17 registraron caídas en su carga fiscal y nueve experimentaron subidas. España se encuentra, junto a Islandia e Irlanda, en el grupo donde la presión cayó debido a «menores impuestos sobre los ingresos y las propiedades y los bienes y servicios». Esto significa que los desplomes en estos tres estados ?en Irlanda hubo un bajón de dos puntos y medio, del 30,8% en 2007 al 28,3% en 2008- no obedece sólo a rebajas fiscales, sino también a las caídas de los ingresos estatales por la crisis.
En la actualidad, el país con mayor carga impositiva es Dinamarca (48,3%), seguido por Suecia (47,1%). Los menores porcentajes los registra México (21,1%) y Turquía (23,5%). La OCDE indicó que las cifras apuntan a un nuevo retroceso en 2009, posiblemente en 0,5 puntos, pues los ingresos fiscales continuarán a la baja.