Automovilistas Europeos Asociados (AEA) considera «jurídicamente inviable» la medida anunciada por el concejal de Seguridad y Servicios a la Comunidad de Madrid, Pedro Calvo, que permitirá a los operarios de la grúa retirar vehículos de la vía pública sin presencia de un agente municipal, ya que bastará con obtener la autorización policial a través de un dispositivo informático.
Desde esta entidad aseguran que la actual legislación sobre tráfico «exige la presencia física de los agentes de la autoridad encargados de la vigilancia del tráfico, no sólo para la formulación de las denuncias por las infracciones que observen, sino también para ordenar la retirada de los vehículos mal estacionados».
AEA cita el artículo 292 del Código de Circulación, aún vigente, según el cual «sólo los agentes de Tráfico pueden ordenar la retirada de un vehículo, previo requerimiento al conductor para que cese su irregular situación -caso de que éste se encuentre presente-, y después de haber formulado la denuncia correspondiente por determinados supuestos que la ley considera gravemente perturbadores».
Mario Arnaldo, presidente de AEA, advierte de que, por otra parte, «la propia ordenanza fiscal reguladora de la tasa de la grúa sólo autoriza el cobro de la misma a los agentes actuantes en caso de que, por la presencia del propietario, la retirada no llegue a consumarse, por lo que la ausencia de aquellos haría inviable el cumplimiento de la ordenanza municipal en estos supuestos».
Arnaldo recuerda que anteriormente ya hubo problemas con este asunto de la retirada de vehículos por la grúa, cuando hace aproximadamente cuatro años «el Ayuntamiento de Madrid decidió retirar los coches sin estar presente la policía en el momento de cargar los mismos».
«A diferencia del sistema que ahora se pretende implantar, entonces los agentes sí estaban presentes en el momento de formular la denuncia y autorizar la retirada dando aviso a la grúa, que, posteriormente, sin presencia policial, se encargaba de recoger los vehículos señalados», explica el presidente de AEA.
Para Arnaldo, la ineficacia de este procedimiento quedó demostrada al aumentar el número de retiradas fallidas -en numerosas ocasiones los propietarios de los vehículos llegaban antes que la grúa- y por la responsabilidad que asumían los agentes al no verificar físicamente que la retirada se efectuaba sin contratiempos.