Sólo en 2006, el denominado déficit tarifario de las industrias eléctricas españolas (diferencia entre ingresos y costes del sistema) fue de 3.046 millones de euros. Este dinero lo pagan los consumidores a través de las puntuales subidas en el recibo de la luz. Pero ¿cuánto deberían subir las tarifas en 2008 para que no se produzca este desfase? La respuesta es mucho.
Según un informe de la Comisión Nacional de la Energía (CNE), encargado por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, el recibo de la luz que pagan los usuarios domésticos tendría que subir entre un 19,6%, en el mejor de los casos, y un 30,9%, en el peor, para evitar el déficit de tarifa.
Esta es la recomendación que hace el órgano regulador al departamento que dirige Joan Clos. Precisamente, el ministro insistió ayer en que las tarifas eléctricas de los consumidores domésticos subirán en enero de 2008 aproximadamente en la misma cuantía que la inflación, es decir, probablemente alrededor de un 4% (en octubre la tasa interanual se situó en el 3,6%).
La tarifa regulada desaparecerá a partir del 1 de enero de 2009 y será sustituida por la de último recurso
Clos aseguró que la política tarifaria del Gobierno no va a cambiar en los próximos meses y que la previsión es un «incremento en el entorno de la inflación» para las tarifas domésticas y un continuo «proceso de apertura y liberalización en las industriales».
Desaparición de la tarifa regulada
Desde julio, las tarifas eléctricas se revisan cada tres meses en lugar de una vez al año como ocurría antes. La nueva Ley del Sector Eléctrico estipula además la desaparición de la tarifa regulada a partir del 1 de enero de 2009 y la entrada en funcionamiento de la denominada «tarifa de último recurso». El importe de esta tarifa será el mismo para todo el territorio nacional.
Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) instan al Ministerio de Industria a fijar una tarifa de último recurso «lo suficientemente reducida» para incentivar la competencia en el sector y no hacerlo a costa de los consumidores.
OCU advierte de que «los cambios que se avecinan en el sistema tarifario no son nada interesantes para el consumidor particular». En este sentido, señala que la nueva tarifa de discriminación horaria penaliza en exceso el consumo diurno y no considera los fines de semana dentro del periodo «valle»; la penalización por consumo podría perjudicar a las familias numerosas, y el precio del alquiler de los nuevos contadores ha sufrido «un exagerado aumento (un 50%)» que nuevamente tendrá que pagar el usuario, cuando ya se paga a través del concepto de mantenimiento.
Varapalo del Supremo
Por otra parte, el Tribunal Supremo decretó ayer la anulación del artículo quinto del Real Decreto aprobado por el Consejo de Ministros el 23 de diciembre de 2005, por el que se establecía la tarifa eléctrica para el año 2006, por entender que no se ajusta a derecho, con lo que estima parcialmente un recurso interpuesto por Iberdrola.
OCU: «Los cambios que se avecinan en el sistema tarifario no son nada interesantes para el consumidor particular»
El Alto Tribunal considera que la normativa que fija la tarifa eléctrica no debe contemplar la financiación a cargo del propio sistema eléctrico de planes de ahorro y eficiencia energética. «No puede justificarse la imputación a la tarifa del coste de planes de ahorro en el consumo eléctrico en que dichos costes puedan considerarse comprendidos en los de generación de la energía eléctrica», indica el Supremo.
En virtud del citado artículo, se destinaba parte de la tarifa a sufragar el Plan de Ahorro Energético 2005-2007 con un máximo de 143,76 millones de euros.