Los Estados miembros, representados en el Comité Regulador de transgénicos de la Unión Europea, no han alcanzado la mayoría suficiente para autorizar el maíz genéticamente modificado MON 863. Se trata de la novena vez que no se autoriza un maíz transgénico en esta comisión.
El MOM 863 es un maíz genéticamente modificado para resistir al gusano de raíz, que se autorizaría para alimentar al ganado, pero no para el cultivo o el consumo humano.
Por otro lado el Comité tampoco ha levantado las prohibiciones que pesan en 5 estados miembros (Austria, Alemania, Luxemburgo, Grecia y Francia) sobre tres variedades de maíz y dos de semillas oleaginosas transgénicas que han sido autorizados a nivel comunitario. Como ninguna propuesta ha alcanzado una mayoría la Comisión enviará ambas al Consejo de ministros de la UE para que adopte una decisión.
La organización ecologista Greenpeace ha instado a los países a que haya «una clara mayoría contra la propuesta en el Consejo de ministros el año que viene. Esto enviaría una señal fuerte de que la Unión Europea defiende medidas de precaución para salvaguardar a los consumidores y al medio ambiente».
Por su parte el eurodiputado valenciano del grupo de los Verdes, David Hammerstein, ha criticado «las prisas y la insistencia obsesiva de la Comisión Europea por llenar Europa de transgénicos y coaccionar» a los países.