Los expertos inmobiliarios coinciden en que el 2002 tampoco será un buen año para el español medio que precisa comprar una vivienda nueva. Aunque los tipos de interés no sufrirán grandes variaciones -continuarán bajos- y el incremento del precio de los pisos será más moderado, el porcentaje de la renta familiar que habrá que destinar para pagar la casa aumentará, lo mismo que ocurrirá con la distancia que hay entre los millones que una familia media puede gastarse en una vivienda y su precio de mercado. Estas conclusiones las recogen de forma coincidente las previsiones sobre la vivienda elaboradas por el BBVA y ‘Caixa Catalunya’.
Los informes pronostican que la demanda de vivienda el año próximo se moderará en España, lo que traerá como consecuencia que los precios de los pisos nuevos crezcan entre el 5% y el 7,5%, la mitad que este año, que terminará con un aumento cercano al 14%. Caixa Catalunya calcula que el precio medio del metro cuadrado de vivienda libre terminará el 2002 en 215.000 pesetas, con un aumento anual de unas 15.000 pesetas.
Las razones de la moderación de la demanda son múltiples y todas ellas están interconectadas. Ambos servicios de estudios preven un menor ritmo de creación de empleo en el 2002, así como un descenso del 1,3% en la creación de nuevos hogares. Otro elemento, coyuntural, pero importante, es la menor llegada de dinero negro al mercado inmobiliario, al haberse producido ya el momento crítico de la implantación del euro. El BBVA estimó que en el 2001 el 12% de las inversiones en vivienda procedían de fondos fuera del control de Hacienda, que debían blanquearse antes de la llegada de la nueva moneda.
Tipos de interés
Un último elemento disuasor de la demanda será la ligera subida de tipos de interés que podría producirse el próximo año. El BBVA señala que el ejercicio podría terminar con una subida de cinco décimas en los tipos oficiales de interés del dinero (del 3,25% al 3,75%) y un incremento del míbor, el principal referente de créditos hipotecarios, en seis décimas (del 3,2% al 4%). El aumento se traduciría, en el momento de su revisión anual de las hipotecas o de su contratación, en una subida de unas 4.200 pesetas en la cuota mensual, para un préstamo de 12 millones a 15 años.
La suma de todos estos elementos va a impedir que el acceso de las familias a la vivienda libre en España mejore en el 2002. De hecho, sufrirá un moderado empeoramiento.
Los informes de los expertos coinciden en que la relajación compradora va a provocar una fuerte caída en el ritmo de crecimiento de las peticiones de los créditos hipotecarios, que podrían pasar de un aumento del 20,2% este año al 13,5% el próximo.
El resultado de la moderación de la demanda en el sector inmobiliario se traducirá en una reducción del número de viviendas nuevas que se iniciará a lo largo del año próximo.