El final del periodo vacacional es una época en la que se reactiva la solicitud de «préstamos rápidos» para afrontar deudas o resolver determinadas compras. Sin embargo, el Banco de España advirtió en enero que estos créditos tienen unos tipos de interés que pueden llegar a duplicar o triplicar muchos de los ofrecidos habitualmente por las entidades bancarias.
«La mayor flexibilidad de pago que suelen ofrecer estos productos -aclaró- no exime de cumplir con la obligación de devolver, dentro del calendario decidido, las cantidades recibidas, los intereses debidos, primas de seguro y otros gastos incurridos».
Frente a la solución inmediata de un problema de liquidez, las organizaciones de consumidores opinan que estos «préstamos rápidos» son «engañosos» y tan sólo traen más problemas para la mayoría de la gente.
El portavoz de la Federación de Consumidores en Acción (FACUA), Rubén Sánchez, aconsejó a la población «apretarse el cinturón», contener los gastos y evitar cualquier clase de préstamo. Agregó que la mayoría de estos créditos, aunque se dan con requisitos mínimos, llegan a tener un interés de hasta el 20%. «A la vuelta de vacaciones -explicó-, vemos a usuarios que han gastado más de lo previsto y que, al tener dificultades para llegar a fin de mes, recurren a créditos rápidos, pero no están solucionando el problema, sino que lo están complicando».
Alto interés
Antonio López, de la Confederación Española de Consumidores y Usuarios (CECU), recomendó «huir» de los mensajes publicitarios que impulsan la adquisición de préstamos «veloces» y «beneficiosos». «En esos anuncios se oculta el alto interés con que dan esos créditos y uno de los ‘caramelos’ que ponen al consumidor es que te dan el préstamo cualquiera que sea tu sueldo y justifican el interés que aplican diciendo que tienen que proteger su inversión», indicó.
Según López, septiembre no es un buen momento «para hacer inversiones», por lo que aconsejó no adquirir «costosos» aparatos electrodomésticos, no viajar y, en especial, no hacer compras con tarjetas de crédito.
Isabel Avila, presidenta de la Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (CEACCU), calificó de «precaria» la situación que afronta la mayoría de los consumidores por la cuesta de septiembre. Aseguró que en este periodo los consumidores deben utilizar sus «cualidades organizativas» y no caer en «dramas» que los obliguen a pedir un crédito.
«Se trata de un periodo difícil, pero que se puede sobrellevar si se organizan los gastos, se evitan compras innecesarias y se usa la cabeza más que el bolsillo. Es conveniente hacer una lista previa de la compra de la comida, atenernos a lo necesario y comparar precios», opinó.
Nivel de riesgo
Por su parte, Stephane Kirat, responsable de la División Cliente de Cetelem, enfatizó que los elevados intereses se determinan con argumentos claros. «Cobrar unos intereses elevados sin ninguna justificación sería aprovecharse; la mayoría de las entidades aplican tipos distintos en función del nivel de riesgo que representa el destino del dinero», expresó.
Los préstamos con mayor tipo de interés, prosiguió, corresponden a personas con un perfil «arriesgado», en el que «la probabilidad de impago es alta», por lo cual «las entidades cubren ese riesgo con un tipo mayor que puede ser hasta del 20%».
John Sitges, director general de Cofidis España, dijo que cualquier época del año «es buena» para pedir un préstamo y recomendó a las organizaciones de consumidores «que no sobreprotejan a la gente», porque los préstamos también ayudan al «progreso» de la economía.