A partir de junio, las llamadas con móviles desde el extranjero («roaming» o itinerancia) podrían ser hasta un 40% más baratas. Los ministros europeos de Economía y Telecomunicaciones alcanzaron ayer un principio de acuerdo para situar el precio de estas llamadas en algo más de 40 céntimos por minuto y 15 por establecimiento de llamada.
Los ministros señalaron que «estamos en el camino de lograr tener una nueva regulación antes del final de la presidencia alemana» de la UE, para un límite tanto en venta al por mayor como minorista. El negocio actual por «roaming» dentro del espacio comunitario es de 10.000 millones anuales y los proveedores más beneficiados son aquellos de países típicos de vacaciones, como España e Italia.
Los Veintisiete están de acuerdo en un máximo de 50 céntimos/minuto, pero la comisaria Viviane Reding reafirmó su confianza en un techo no superior a los 40 céntimos, mientras el Parlamento Europeo lo cifra en 42. En un mercado unificado, los gastos no pueden ser «injustificadamente más altos» que la tarifa casera, según la Comisión Europea.
«Tenemos confianza en que alcanzaremos una solución» antes de junio, aseguró el ministro alemán, Michael Glos. Añadió que una regulación, que de ser aprobada a comienzos de junio podría entrar en vigor a finales o principios de julio, no pretende «abolir la competitividad entre operadores sino, al contrario, fomentarla».
Reding aclaró que el acuerdo está lejos de ser definitivo y requiere aún trabajo. Se pretende que los operadores estén obligados a informar del coste de la llamada o que el usuario reciba luego un SMS con el gasto realizado. Los proveedores insisten en que cualquier regulación alterará su «delicada estructura de precios» y piden una compensación en otras llamadas.