Las operadoras móviles han abierto su negocio a nuevos grupos de población, como el de inmigrantes, quienes, según sus datos, ya gastan un 40% más en telefonía celular que la media española, situada en 35,3 euros al mes.
Estas empresas iniciaron campañas para atraer a «colectivos especiales», entre los que figuran los inmigrantes, los mayores y aquellas personas con distintos tipos de dificultades para utilizar el móvil, conforme vieron que el mercado comenzaba a saturarse.
Al principio, el inmigrante es un cliente prepago, pero conforme empieza a lograr una cierta estabilidad económica se pasa al contrato, donde consigue tarifas más económicas para llamar a su país de origen.
Las operadoras virtuales Happy Móvil y Levara han centrado su objetivo en este público. Telefónica, por su parte, es la preferida de los inmigrantes latinoamericanos y Vodafone, la de los procedentes de los países del Este. Para atraer a estos clientes, ambas compañías han puesto en marcha servicios de atención al público en sus idiomas.
Según Vodafone, los inmigrantes constituyen un 15% de sus 2,16 millones de usuarios. La compañía británica afirma que estos clientes se decantan por aparatos de gama media y alta.