Los líderes de los 27 países miembros de la Unión Europea (UE) acordaron en la cumbre celebrada ayer revisar las normas contables vigentes en el territorio comunitario para evitar que la banca se venga abajo. De este modo, se eximirá a las entidades financieras de la obligación de ir devaluando sus activos en función de su valor de mercado.
Con ello se busca mitigar las consecuencias de las turbulencias en las entidades europeas y equiparar la normativa con la que tienen sus competidores del otro lado del Atlántico, donde ya se había rebajado esa exigencia.
Fuentes comunitarias explicaron que la obligación de incluir en sus cuentas la evaluación de los títulos accionariales, bonos y derivados con su valor de mercado ha generado «problemas» a los bancos europeos, que han tenido que recortar a la baja muy rápidamente el valor de sus activos en un contexto de alta volatilidad en los mercados.
Gracias al acuerdo de ayer, los bancos podrán reclasificar sus activos de la categoría de «negociables» -que deben ser contabilizados en función de su cotización- a la reservada a las inversiones a más largo plazo. Esta posibilidad será de aplicación a partir de los resultados del tercer trimestre de 2008, que las entidades comenzarán a presentar en las próximas semanas.
Está previsto que en los próximos días la Comisión Europea organice una reunión con todos los actores responsables de la aplicación de la normativa contable en Europa para evaluar la situación y estudiar posibles modificaciones en lo relativo a los productos derivados y los seguros.