El Ministerio de Industria, Turismo y Comercio ha empezado a tramitar una Orden para regular los servicios de mensajes cortos de móviles, más conocidos como SMS, en especial la modalidad denominada «Premium», que permite la descarga de logos, melodías y otros contenidos, y supone una tarificación al usuario adicional al del servicio de telecomunicaciones.
El departamento que dirige Joan Clos dice que el objetivo es proteger los derechos de los usuarios, ya que en los últimos tiempos se han detectado abusos similares a los planteados en su momento por los servicios de tarificación adicional vocales.
La normativa que prepara Industria obligará a los operadores a garantizar a sus abonados el derecho a la desconexión de los servicios de tarificación adicional basados en el envío de SMS. Así, el usuario podrá solicitar a su compañía que desde su terminal telefónico se impida el envío de mensajes de coste superior a un SMS ordinario, o con determinados contenidos para adultos.
Esta norma pretende además mejorar la información suministrada a los abonados sobre los precios y contenidos de estos servicios. Para ello, además de la obligación de elaborar un plan de publicidad adecuado, se exigirá a los titulares de los números cortos que envíen a los usuarios un mensaje informativo sobre su identidad y el precio del servicio suministrado.
Otra novedad es que la numeración corta de estos servicios pasará de las cuatro cifras actuales a cinco o seis, de manera que las primeras indicarán el rango de precios y el tipo de servicio. Se prevé que los números cortos de precio inferior a un euro comiencen por 2; los servicios de suscripción, por 3, y los servicios con contenidos para adultos, por 89.
Evitar fraudes
Por otro lado, la Asociación de Empresas de Servicios a Móviles (Aesam) ha publicado una lista de recomendaciones para evitar los fraudes cometidos vía SMS. Lo principal, según Aesam, es no contestar a los mensajes no solicitados, ya que de lo contrario se corre el riesgo de sufrir cobros indebidos o suscripciones encubiertas a otros servicios.
Tampoco se deben contratar servicios de empresas que no se identifiquen correctamente. Es importante también no confundir regalos de promoción con la solicitud aislada del producto que el usuario quiere adquirir (por ejemplo, un tono o melodía).
Aesam explica que los SMS fraudulentos utilizan técnicas de marketing social para confundir al consumidor, hacerle creer que quien envía el mensaje es una persona conocida y animarle a responder. Si éste lo hace, puede quedar suscrito a un servicio sin saberlo, o verse animado a enviar repetidos mensajes SMS Premium, con un coste de hasta 1,2 euros cada uno.
Las compañías que actúan de esta manera suelen estar ubicadas en el extranjero y nunca se identifican correctamente, ni facilitan mecanismos de baja para eludir cualquier tipo de denuncia.