La escasez de empleo ha propiciado que los trabajadores en paro flexibilicen a lo largo del último año sus objetivos laborales e, incluso, rebajen sus expectativas salariales, según afirma Creade Lee Hecht Harrison, consultora de recolocación del grupo Adecco.
Hace un año, los parados más cualificados no aceptaban puestos de trabajo que no encajaran con sus expectativas profesionales y experiencia, algo que no sucedía en el caso de los desempleados menos cualificados, las primeras víctimas de la crisis. Ese panorama ha cambiado y un año después, con menos oportunidades laborales, el doble de paro de larga duración y 1,2 millones de empleos destruidos, los parados se han vuelto más flexibles y han modificado sus objetivos ideales por otros que también podrían aportarles satisfacción personal, afirma la consultora.
Son cada vez más frecuentes los casos en que profesionales con amplia experiencia han aceptado un nuevo trabajo que les resitúa en el mercado laboral y que puede proveerles de nuevas habilidades. «Son ya muchos los profesionales que deciden dar ese paso atrás e incluso rebajar sus expectativas salariales hasta un tercio con el objetivo a medio plazo de volver a crecer cuando las circunstancias lo permitan», apunta el informe.
Cuando el mercado laboral está en continuo crecimiento, los profesionales tienden a mirar siempre hacia arriba y se plantean un desarrollo profesional vertical. Sin embargo, la consultora advierte de que en estos momentos ese planteamiento puede llevar a la «inmovilización», porque el mercado laboral apenas crea puestos de trabajo que permitan crecer hacia arriba. «Los profesionales que fueron despedidos hace un año ya han comprobado que las posibilidades de conseguir este objetivo son muy escasas y aterrizan sobre el mercado laboral actual», apunta. Sus expectativas han bajado y se muestran más flexibles a la hora de plantearse otras opciones para salir del desempleo (puesto, salario, sector, movilidad geográfica, etc.), explica la consultora.
El planteamiento comienza a ser diferente y, en lugar de un desarrollo vertical, algunos profesionales empiezan a trazar un desarrollo horizontal para después dar el salto. Pero llegar a este cambio de visión no resulta fácil, ya que muchos de estos profesionales provenían de puestos muy elevados, con unos sueldos también muy altos, concluye.