Madrid será la primera comunidad autónoma en aplicar la Ley de Drogodependencias y otros Trastornos Adictivos, más conocida por «Ley Antibotellón», por la cuál, y a partir de hoy, no se podrá beber alcohol en las calles de la ciudad. La norma, no obstante, permitirá el consumo de bebidas espirituosas en terrazas autorizadas y en las fiestas patronales de la capital. Otras comunidades como la valenciana ya adoptaron medidas contra el consumo de alcohol en las calles pero menos estrictas.
El texto legal de Madrid abarca mucho más. Los bares de copas deberán solicitar una licencia especial al ayuntamiento en un plazo de tres meses desde la entrada en vigor del texto legal y si no lo cumplen, serán sancionados con una multa de hasta 600.000 euros.
Asimismo, los comercios y supermercados que suministren este tipo de mercancías no podrán vender alcohol a partir de las diez de la noche, al igual que los vendedores ambulantes y el conocido «telebotellón», que tendrán que dejar de prestar estos servicios entre las diez y las ocho de la mañana del día siguiente. De esta forma se controlarán los establecimientos que, amparados en la venta de alimentos, suministran estas bebidas, como algunas tiendas de frutos secos que durante los fines de semana abren toda la noche.
Las gasolineras y áreas de servicio tampoco quedan al margen de la ley ya que no podrán vender alcohol por la noche. Una medida muy discutida por los empresarios del sector y que el consejero de Hacienda, Juan Bravo, negociará con ellos ante la posibilidad de que estos establecimientos puedan distribuir bebidas alcohólicas hasta una determinada graduación.
Trabajos sociales
Hasta ahora, los médicos que atendían a menores por comas etílicos se limitaban a la atención sanitaria. Con la ley en vigor, deberán llamar a sus padres o, en todo caso, a la Fiscalía de Menores de la Comunidad de Madrid. Estos menores deberán realizar trabajos sociales y comunitarios o bien comenzar terapias de rehabilitación. El texto legal incluye como novedad un decálogo de derechos del paciente por el que la Comunidad de Madrid deberá guardar el empleo a los trabajadores que tengan que dejar su puesto temporalmente para someterse a terapias de desintoxicación.
Los 4.500 kilos de basura que acumulan los botellones y los ruidos que generan los grupos de adolescentes también desaparecerán. La Ley de Drogodependencias prohíbe la venta de bebidas espirituosas en máquinas expendedoras, que tendrán que retirarse paulatinamente si se encuentran en instalaciones abiertas al público por lo que las posibilidades de beber en la calle se reducen al máximo. Por otro lado, los supermercados y comercios deberán colocar estos productos en una sección concreta, en la que se dispondrán carteles visibles sobre la prohibición de su venta a menores de 18 años además de una estricta vigilancia especial.
Las empresas publicitarias, en un plazo de tres meses, replegarán todos los anuncios de televisión y radio que se refieran a bebidas alcohólicas con una graduación superior a los 18 grados. Tampoco podrán intervenir menores en estas cuñas, al igual que en los anuncios de tabaco.