Los fabricantes de cremalleras y otros tipos de cierres YKK, Prym y Coats deberán pagar una multa de 329 millones de euros por pactar precios. Es la cantidad que les ha impuesto la Comisión Europea tras llevar a cabo visitas sorpresa en numerosas fábricas de productos de mercería.
Según el Ejecutivo de la UE, estas compañías acordaron los precios mínimos, coordinaron los incrementos, se repartieron mercados e intercambiaron información comercial importante e incluso confidencial.
El importe de la multa a YKK asciende a 150 millones de euros, mientras que Coats y Prym tendrán que pagar 122 y 40 millones, respectivamente. Esta última ha visto reducida su sanción considerablemente por ser la primera en ofrecer información sobre el cártel y colaborar en la investigación llevada a cabo por Bruselas. Las otras dos empresas también se han beneficiado de cierta rebaja por acogerse al programa de «clemencia» de la UE.
La comisaria europea de Competencia, Neelie Kroes, considera «inaceptable» que los principales fabricantes se pongan de acuerdo para mantener precios artificiales y repartirse mercados y clientes de unos productos utilizados en la vida diaria por todos los consumidores.
Cuatro infracciones
La Comisión descubrió cuatro pactos. En el primero participaron junto a YKK y Prym las empresas Socovill, A. Raymond, Berning öhne y la asociación alemana VBT, que han recibido multas menores. Este pacto duró desde 1991 hasta 2001 y se aplicó a cierres diferentes a las cremalleras y a las máquinas usadas para fijarlos.
El segundo acuerdo sólo implicó a Prym e YKK, desde 1999 hasta 2003, cuando ambas empresas pactaron tanto los precios de sus productos como el reparto de los mercados de cierres distintos a cremalleras y su maquinaria en todo el mundo.
El tercer pacto, en el que participaron YKK, Coats y Prym, duró de abril de 1998 a noviembre de 1999, periodo en el que las tres empresas intercambiaron información de precios, discutieron aumentos y fijaron los precios mínimos de las cremalleras en Europa.
El último acuerdo, entre Prym y Coats, duro 21 años -entre 1977 y 1998- y supuso el reparto de todo el mercado de productos de mercería entre las dos compañías.