El Congreso del PP celebrado el pasado fin de semana en Madrid aceptó una enmienda introducida por la alcaldesa de Valencia y presidenta de la FEMP (Federación Española de Municipios de Provincia), Rita Barberá, que propone la creación de un nuevo impuesto a la telefonía móvil para mejorar la financiación de los ayuntamientos.
En el PP se comprometieron en su programa electoral a eliminar el impuesto de actividades económicas que recaudan los ayuntamientos. El problema es que, una vez que desaparezca, las corporaciones locales se quedan sin una de sus fuentes de financiación. Por este motivo se están estudiando nuevas fórmulas que mejoren sus ingresos, como el nuevo impuesto sobre la telefonía móvil, entre otros.
En la actualidad, España está viviendo una explosión del fenómeno de los mensajes cortos (SMS) a través del móvil que se traduce en un creciente negocio. En apenas unos meses se han creado más de cuarenta empresas que se dedican al envío de logos, sintonías o juegos para móviles, y que han logrado arrebatarle un hueco a las operadoras, que el año pasado facturaron por mensajes más de 600 millones de euros. Estas nuevas empresas cuentan con ingresar este año 360 millones de euros, gracias en parte al auge de los concursos de televisión.
Desde la primavera pasada han aparecido una serie de empresas especializadas en ofrecer servicios y contenidos especialmente diseñados para los móviles, que los abonados descargan a sus terminales. Donde estas empresas han encontrado un verdadero filón ha sido en los denominados servicios interactivos.