En las calles de las principales ciudades ya está instalada la decoración de Navidad: luces, árboles, belenes, etc. ¿Y su casa? ¿Está a punto para acoger la celebración de la Nochebuena con amigos y familiares? Si todavía no se ha puesto manos a la obra, aún está a tiempo de iluminarla de forma eficiente o, lo que es lo mismo, buscando la fórmula para que el espíritu navideño no llegue a aumentar la factura eléctrica. ¿Cómo lograrlo? Con luces tipo LED, bolas de color claro que reflejen la luz, velas… ¡y hasta cartulinas y juguetes usados con imaginación! En este artículo se dan varias ideas para iluminar el hogar esta Navidad sin apenas gastar electricidad.
Truco 1. Luces LED: un árbol de Navidad más eficiente
Las Navidades se asocian a las luces de colores. No es de extrañar, ya que todas las ciudades cuentan con iluminación especial durante estas fiestas. Y hasta es probable que, en la infancia, se haya tenido alguna guirnalda de pequeñas bombillas de colores. No obstante, si se quiere ahorrar luz, lo más recomendable es dejar lo vintage y actualizar la decoración.
Si no se desea prescindir de las luces de colores en el árbol, lo conveniente es buscar guirnaldas de luces LED. Pese a que puedan resultar más caras, garantizan un ahorro más que considerable en Navidad. Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), una tira de 100 bombillas supone menos de un euro de electricidad al cabo de los 21 días que duran estas fiestas; en cambio, las versiones antiguas consumían un 95% más.
Tanto si se decide actualizarlas como si se sigue apurando las antiguas, lo que no se debe hacer es dejarlas encendidas cuando no se esté en casa. Pese a que queden muy bonitas a través de la ventana, no compensa el sobrecoste a final de mes. Además, también es una cuestión de seguridad. Las versiones clásicas tendían a recalentarse y podían causar más de un problema. Por ello, ante cualquier titubeo de la guirnalda o si se nota el enchufe caliente, es preferible quitarla.
Truco 2. Puntos de luz adicionales ¡a pilas! y mucha imaginación
Si no hay árbol, pero se desea que en casa luzcan guirnaldas al más puro estilo la serie de televisión ‘Stranger Things’, las LED serán las mejores aliadas si no se quiere una factura de la luz desorbitada. Ahora bien, no hay que volverse locos como la actriz Winona Ryder en la popular serie estadounidense; basta con algo más recatado. Hay tiras estrechas (casi alambres) con no más de 30 luces micro-LED que funcionan con un par de pilas AA.
Tal vez resulten menos llamativas, pero la imaginación es poder. Así que, ¿por qué no transformar la flor de Pascua en un árbol de Navidad? Otro truco que es muy efectivo consiste en enmarañar una de estas tiras y meterla en un bote de cristal, botella o farolillo. En todos los casos las LED darán color a un rincón de la estancia o en la propia mesa si se utilizan como centro, ya que existen en varios tonos (como rojos, azules o verdes). En definitiva, supone una forma muy fácil con la que crear un ambiente cálido sin gastar un céntimo en el recibo de la luz.
Truco 3. Luz navideña a base de velas
También se puede recurrir a la iluminación más clásica: las velas. Eso sí, se deberá ir con más cuidado para evitar accidentes.
Pero si hay niños y no se quiere renunciar a la estética que tienen las velas, se puede apostar por las versiones de plástico con tecnología LED. Hoy en día se pueden encontrar en varios tamaños e incluso colores.
Truco 4. Iluminar con decoración estática y metalizada
Siempre quedará otro tipo de objetos con los que traer la luz de Navidad al hogar sin que se resientan los recibos de la electricidad. Ahí están las bolas del árbol en tonos claros y metalizados, que dan mucha más luz que las de tonos mate en colores oscuros (rojos o verdes clásicos). Se pueden colgar, meter en jarrones de cristal o colocar en una fuente a modo de centro de mesa. Basta con subir las persianas y dejar entrar la luz natural para que brillen las habitaciones. Lo mismo sucede con los adornos de cristal que, además de tener un aire más elegante, dejan pasar la luz o el clásico espumillón.
Y si el belén no falta en casa, se pueden optar por las versiones estáticas. Si bien son pocos días, no siempre merece la pena el trajín de cables que conllevan las figuras que se mueven. Es más, si hay peques en casa, tal vez es un momento idóneo para actualizarlo por una versión más casera. Con figuras de Lego, Playmobil o simples cartulinas se puede hacer un nacimiento de lo más personal. Y si se quiere un poco de luz, las guirnaldas finas sacarán del apuro. Con ellas se podrá dar desde un toque de luz a la estrella hasta un poco de brillo al río.