Llega el invierno y la temperatura baja de golpe en España. Pero con el frío también suben las facturas de la luz y del gas en casa. ¿Qué se puede hacer para calentar la vivienda sin tener que pagar un recibo desproporcionado? Hay maneras de calentar el hogar por menos dinero que pueden marcar la diferencia: desde usar plástico de burbujas en las ventanas o parasoles del coche reflectantes en los radiadores para evitar la pérdida de calor, hasta no cubrirlos con ropa.
Truco 1. Sentido común contra el frío
El miedo a recibir una factura elevada durante el invierno pone en alerta a muchas familias. Aunque el precio de la luz sube en el último trimestre del año, esto no implica que se deba pasar frío en casa. Con un poco de sentido común, se puede aclimatar el hogar sin que las facturas se resientan en exceso.
El principal truco para calentar la casa por menos dinero es ser realista. Aunque haga mucho frío fuera, es importante no hacer de la vivienda un paraíso tropical. Para estas fechas del año es necesario utilizar la ropa de invierno: desde calcetines gordos hasta las mantas, por muy cómodo que resulte ir en manga corta. De igual forma, basta con airear las habitaciones 10 minutos al día y luego cerrar bien las ventanas. Además, el uso de cortinas y persianas permitirá mantener la temperatura dentro de las habitaciones sin gastar un euro adicional.
En la misma línea, es importante que en casa todos sean responsables, pues un gesto muy tonto que puede hacer perder todo el calor generado por la calefacción es no cerrar por completo bien una ventana corredera.
Truco 2. Optimizar la calefacción
Si se tiene calefacción, es vital usarla de forma eficiente. Es decir, se debe poner el termostato entre 19 ºC y 21 ºC, de modo que se pueda sentir una temperatura agradable, pero sin que se dispare el consumo. El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) advierte: por cada grado extra de calefacción, el consumo sube un 7%. Por otro lado, si se tiene bomba de calor, es más económico apostar por su uso en vez de tirar de calefactores eléctricos.
Pero ¿se puede dejar la calefacción encendida todo el día? Obviamente, no. Si se pasa gran parte del día fuera de casa, es esencial apagar los radiadores (o la bomba de aire) antes de salir. Y, en el caso de los radiadores, es interesante abrir solo los de las estancias que se emplearán. Así, por ejemplo, si hay una habitación de invitados que no se utiliza, es preferible apagar el radiador y cerrar la puerta. De este modo no se gastará dinero calentando una habitación deshabitada, ni se perderá el calor generado en el resto de la casa.
Y si al volver de trabajar se quiere que la vivienda no esté tan fría, se puede recurrir a los temporizadores. Existen enchufes que se pueden programar para que conecten los radiadores a partir de cierta hora. Es más, hay algunos con aplicaciones móviles para controlar el funcionamiento del aparato en cualquier momento sin estar en casa.
Truco 3. Plástico de burbujas contra el frío
Lamentablemente son muchas las familias que se encuentran en una situación económica complicada y no pueden hacer frente a un incremento en la factura de la luz y el gas. Es posible que algunas no dispongan de calefacción central, porque no les sale a cuenta para los dos o tres meses de frío «intenso». ¿Existe un plan B que con un poco de maña permita hacer de la vivienda una zona más confortable sin que afecte a los recibos?
Si las ventanas son antiguas y el frío traspasa, se puede recurrir a un truco de lo más extendido: forrar los cristales (por la parte que da al interior) con plástico de burbujas. Para hacerse una idea, el 25% del calor se pierde a través de las ventanas. Por lo tanto, con este sencillo gesto es posible ahorrar un buen pellizco por no más de dos euros que puede costar el papel.
Un apaño similar se puede hacer con las puertas y ventanas que no sellan bien. En este caso, el uso de burletes es la solución más rápida y económica.
Truco 4. Radiadores libres de ropa
Si se tiene calefacción, pero se mide con cuentagotas cuando se enciende, tan solo hay que tomarse dos minutos para comprobar si se emplea de forma correcta. Lo primero es no cubrir los aparatos con ropa, por mucho que se seque antes o sea reconfortante ponerse los calcetines calientes.
Truco 5. Reflectantes para calentar la casa
¿Y el truco extra? Si se quiere notar más calor sin subir el termostato, otra opción es usar paneles reflectantes, como los parasoles de los coches. Si se pone la parte metalizada mirando al radiador, se reduce la pérdida de calor y se consigue calentar la casa de forma más rápida o, lo que es lo mismo, se puede ahorrar entre un 10% y un 20% en la factura.
En definitiva, no hace falta pasar frío en casa ni romper la hucha por culpa de los recibos. Con un poco de ingenio y siendo eficientes, la familia puede estar bien calentita en casa. Eso sí, no hay que olvidarse de que el mejor principio es contar con una buena tarifa de luz y gas.