Dúchese con agua templada y durante pocos minutos, mantenga el grifo monomando siempre en posición de agua fría o limpie el polvo de los radiadores. ¿Por qué? Para ahorrar gas. Una de las partidas fundamentales donde se va el sueldo del mes, sobre todo en invierno, es el gas, ya que se utiliza bastante por la calefacción y el agua caliente. No es fácil reducir la factura del gas en la estación con las temperaturas más bajas, pero puede resultar más fácil hacerlo con estos ocho trucos que cualquier persona pueda poner en práctica.
El gasto medio en gas natural y electricidad durante el primer trimestre del año en cada hogar español será superior a los 300 euros, lo que supone unos 100 euros al mes. Así se desprende del ‘Estudio Fintonic 2017 Energía‘, un informe que analiza el gasto energético de más de 150.000 familias en nuestro país entre enero y marzo. ¿Se pueden reducir estas cifras? Aunque no es sencillo -ya que buena parte son costes fijos-, hay una serie de trucos que se pueden poner en práctica para que el recibo del gas sea más bajo.
Truco 1. Cocinar de manera inteligente
Cocinar es una actividad que representa, por sí sola, el 7% del coste de energía de una casa, según el Instituto para la Diversificación y ahorro de la Energía (IDAE). ¡Solo cubrir las sartenes durante la cocción para atrapar el calor interior reduce el consumo en casi un tercio!
Es importante ajustar y limpiar los quemadores para asegurar su mejor rendimiento y evitar así un gasto excesivo de gas. «La llama debe ser azul y limpia, pues una llama amarilla indica que pueden estar obstruidos y se aprovecha menos gas», indica Juan Cordero, técnico de gas.
Truco 2. Darse duchas más cortas y templadas
Una ducha al día es esencial para mantener la higiene corporal, pero no es necesario emplear más de tres o cuatro minutos en ducharse. Además, mientras uno se enjabona es importante cerrar el grifo, con lo que se logrará ahorrar agua, pero también gas. Lo mismo ocurre si se utiliza el agua menos caliente. Hay personas que se duchan con agua muy caliente, pero no es una costumbre saludable para su piel, ni tampoco para su bolsillo.
Además, hay que desterrar la costumbre de abrir el agua caliente al máximo para luego mezclarla con fría y así tenerla templada, ya que es un gasto enorme de energía. Entonces, ¿qué hacer? «Debemos regular el calentador de manera que, sin tener que abrir el agua fría, el agua caliente salga templada, a gusto de todos», explican en el portal especializado Nergiza. Con esta estrategia se consigue ahorrar gas, pues ya no hay que abrir al máximo y levantar la llama en exceso.
Truco 3. Dejar el grifo colocado para que salga agua fría
Si no se quiere gastar más gas de la cuenta, una buena manera de ahorrar agua caliente -y, por tanto, gas- es dejar colocado el grifo siempre en la posición de agua fría. Así, solo se emplea agua caliente cuando de verdad se necesita, y no para otras actividades como enjuagar un plato o fregar el suelo. Esto es válido en los grifos monomando, que son los más convenientes, pues ahorran hasta un 50% respecto a los tradicionalesl.
Truco 4. Limpiar el polvo de los radiadores
¡A quitar el polvo de los radiadores! Un aparato lleno de suciedad funciona peor. Para limpiarlos basta con pasar un paño húmedo con agua jabonosa y, para las esquinas y zonas menos accesibles, se puede usar un pincel. Además, conviene no pintar los radiadores, pues la pintura puede limitar la radiación de calor.
Truco 5. Eliminar obstáculos de los radiadores
Para ahorrar gas, es importante no situar muebles delante de los aparatos ni colocar nada encima: hay que eliminar tanto mesas como sillas, estanterías, etc. Tampoco es conveniente dejar ropa tendida sobre el radiador para que se seque. La razón es que, en este caso, el aire no circularía de forma adecuada si algo impide el paso y, por lo tanto, se gastaría más energía para poder calentar.
Truco 6. Evitar la humedad en casa para ahorrar dinero
Mantener el hogar libre de humedad es también una buena estrategia para ahorrar gas. La humedad incrementa el recibo de calefacción en al menos un 20%. Cualquier humedad de una vivienda debe solucionarse con premura. Asimismo, hay que tener ventilada la casa, pues tanto la respiración como el sudor también generan humedad.
Truco 7. Optimizar la producción de calor y abrigarse en casa
Otro modo más sencillo de ahorrar gas es optimizar el calor que hay en casa. ¿Cómo? Con un buen aislamiento y sin olvidar lo importante que es cuidar la instalación (por ejemplo, purgando los radiadores con regularidad).
También se ahorra si, en lugar de poner la calefacción al máximo y pasar el día en camiseta, se opta por abrigarse con una chaqueta, calcetines y unas buenas zapatillas y se baja el termostato.
Truco 8. Comprar gas en grupo
La compra colectiva de gas es también una buena opción de ahorro. Para llevar a cabo esta estrategia no hay más que dar con varias personas (comunidad de vecinos, una asociación, etc.) que se unan para negociar juntos la tarifa del gas. A través de plataformas y empresas que negocian con las compañías energéticas, podrán obtenerlo a un coste mucho más reducido que el que se puede encontrar en el mercado, y con mejores condiciones.