La capacidad de los aparatos de aire acondicionado para enfriar el aire se mide en frigorías. Para una estancia de 3×4 metros y una altura de techo de tres metros (36 metros cúbicos de volumen) se recomienda una potencia de frigorías entre 1.300-1.700 para un ambiente exterior normal, 1.500-2.000 para un ambiente exterior cálido y de 1.800-2.400 para un ambiente muy cálido.
En el caso de una estancia de 6×5 metros con una altura de techo de tres metros (90 metros cúbicos) las necesidades son de 3.200-4.000 para ambiente normal, 4.000-5.000 para cálido y 4.500 a-6.000 para muy cálido.
Los aparatos de aire acondicionado portátiles, con precios a partir de 500 euros son capaces de generar más de 2.000 frigorías, por lo que son adecuados para las habitaciones de cualquier piso medio. Además, al no estar fijos, se pueden trasladar a la estancia donde sean necesarios en cada momento. Su consumo es de unos 1.000 w/h, funcionan con cualquier enchufe de 220 voltios y, eso sí, hay que situarlos cerca de una ventana donde se colocará el tubo de expulsión de aire caliente.
Los aparatos fijos, que constan de una unidad interior montada en la pared y una exterior que contiene el condensador, están en el mercado a partir de 500 euros, aunque por este precio su capacidad de refrigeración es similar a los portátiles. Por tanto, y considerando el inconveniente de que son fijos, su uso más adecuado es para estancias amplias, que requieran 4.000 frigorías o más. En este caso, los precios suben hasta los 900 euros con una amplia gama hasta los 2.500 euros de aparatos con capacidades superiores a las 7.000 frigorías. El consumo de electricidad también es mayor, desde 1500 a 4.000 w/h.