El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) señala que el “stand by”, modo en espera o consumo fantasma supone el 10,7% de la electricidad que se emplea en el hogar, más incluso de lo que gastan el horno o la lavadora. Este porcentaje aumenta en un estudio realizado por Mirubee -una app para controlar el consumo energético de la vivienda-, que refleja que el gasto generado por los dispositivos en modo de espera es un 20% del consumo total de energía. Así que propone que los hogares españoles lo desconecten de sus aparatos para poder ahorrar cerca de 1.256 millones de euros al año. Pero ¿es cierto que al apagar el interruptor se ahorra? Como se analiza a continuación en este artículo lo es, pero no se notará de inmediato, sino que es un ahorro a largo plazo y, en algunos casos, solo se producirá si, además de apagar del todo el electrodoméstico, se desenchufa.
¡Apaga el consumo fantasma en casa!
Un salón repleto de mandos a distancia de distintos tamaños es una imagen habitual en casi todos los hogares, pero, además de perjudicar al medio ambiente, su uso puede dañar el presupuesto doméstico. Y es que dejar los electrodomésticos en modo de espera hace que se gaste mucho dinero y energía.
Sin embargo, la inmensa mayoría lo sigue haciendo, a pesar de las campañas de sensibilización que tratan de convencer a los ciudadanos de que apagar los aparatos del todo, y no con el mando, es mejor y más barato. En realidad, dejar los electrodomésticos en modo de espera o «stand by», sin desenchufarlos del todo, consume en torno a una media de entre 8 y 15W por aparato, aunque hay mucha disparidad entre dispositivos e incluso entre diferentes marcas y modelos, como señala Carlos Martín de Arcos, gestor de equipos en eficiencia energética. Y, aunque las normas actuales de fabricación europeas exigen que los nuevos productos tengan un consumo en espera inferior a 2W, es frecuente que en las viviendas haya aparatos fabricados hace ya bastantes años.
Con el fin de ayudar a ahorrar a los consumidores, existen en la actualidad en el mercado aparatos desconectores de «stand by» para frenar el consumo de energía fantasma que implican. Los más útiles son los que llevan un pequeño receptor de infrarrojos, cuyo funcionamiento es simple. Basta con conectarlo a una regleta con varios enchufes donde estén los «vampiros energéticos» de la casa. Si en un tiempo determinado ninguno de los aparatos consume, el dispositivo desconecta la corriente pasando el consumo a cero; y cuando se pulsa alguna tecla de cualquier mando a distancia, el dispositivo da de nuevo corriente al televisor, el DVD, etc.
Desenchufar los aparatos de la red
Para ahorrar no siempre basta con anular el modo de espera, ya que algunos electrodomésticos consumen simplemente estando conectados al enchufe. Se trata del llamado «consumo fantasma», a menudo utilizado como sinónimo de «stand by». Los aparatos eléctricos como una lámpara o una licuadora no gastan por la simplicidad de su mecanismo, pero los aparatos electrónicos como televisores, microondas, DVD… consumen energía cuando están apagados y enchufados. En el caso de los ordenadores, se genera cierto gasto energético por lo menos durante media hora tras haberlo apagado del todo. Teniendo esto en cuenta, hay países como Estados Unidos donde se hacen campañas para que los electrodomésticos se conecten a una regleta que permite cortar la corriente cuando no se usan y, además, los protege.
Hay dispositivos, además, que incluso consumen más cuando están enchufados y apagados que si se dejan en modo de espera. El ejemplo más relevante son los aparatos de aire acondicionado con sistema «Inverter» que, al ralentí, gastan menos que apagados. La razón estriba en que enchufados pero apagados conservan una fuerza remanente en sus baterías para arrancar el motor en caso de encendido, una fuerza que al ralentí («stand by» en un «Inverter») no necesita.
1. Televisor. Es bastante común dejarlo activado en lugar de apagarlo, pues resulta más cómodo.
2. Descodificadores y router. Los descodificadores de televisión también consumen su parte de energía (de hecho, casi es la misma que si estuvieran funcionando). En cuanto al router, convendría apagarlo durante las noches para ahorrar.
3. Ordenadores. Si son de sobremesa, gastan más que un portátil. Pero estos últimos también consumen, y no se deben dejar encendidos.
4. Impresoras y altavoces. Los llamados periféricos permanecen muchas veces en espera. Además de ser grandes consumidores de energía, casi no se utilizan y compensa apagarlos y encenderlos cuando se usen otra vez.
5. Videoconsolas. Es muy común dejar los dispositivos de videojuegos en modo “stand by”, en lugar de apagarlos por completo.