No pueden disfrutar plenamente de un concierto o de una película, pero las personas que sufren pérdida de audición ven, además, cómo ésta condiciona también su vida cotidiana, ya que son incapaces de escuchar el timbre de la puerta o el teléfono, o de participar en una conversación con sus amigos. En muchos casos, la solución está en un audífono de calidad, pero lo cierto es que su precio es bastante elevado: entre 900 y 3.000 euros, según las estimaciones de los servicios de salud de las diferentes comunidades autónomas. Las ayudas y subvenciones para la compra de material auditivo oscilan entre 800 y 1.100 euros, pero en su mayoría sólo afectan a mayores de 65 años o a quienes padezcan alguna discapacidad.
Ayudas oficiales
La oferta de ayudas oficiales se circunscribe generalmente al marco de las comunidades autónomas, y son válidas para personas mayores de 65 años o que padezcan algún tipo de discapacidad. Muy parecidas entre sí, su variación estriba en la cuantía máxima que proporcionan al afectado. La Comunidad Autónoma de Madrid, por ejemplo, autoriza la concesión de ayudas económicas como medida de apoyo a la integración social de los ciudadanos: ofrece un máximo de 840 euros para la adquisición de audífonos; En Galicia, el importe de la subvención es de hasta 800 euros por audífono, y la ayuda está restringida a personas mayores de 65 años que precisen un dispositivo para compensar su déficit auditivo o a quienes los necesiten por discapacidad reconocida.
Las ayudas se limitan a la adquisición del aparato, y las pilas, reparaciones y otro tipo de equipos no son objeto de subvención
En Cantabria la prestación para la adquisición de audífonos es de un máximo de 900 euros por aparato, mientras que Aragón ha convocado este año ayudas individuales para personas con discapacidad y personas en situación de dependencia que, en el caso de estos aparatos, se ha plasmado en una cuantía máxima de 1.000 euros por unidad. Por otro lado, la Diputación Foral de Guipúzcoa proporciona ayudas para la adquisición de prótesis auditivas por una cuantía máxima de 1.032 euros. Para acogerse a esta medida los destinatarios deben estar empadronados en el territorio con una antigüedad mínima de dos años y con un grado de minusvalía igual o superior al 21%, o valorados como personas dependientes. La Diputación Foral de Vizcaya ha abierto la convocatoria de ayudas para personas con discapacidad auditiva este año, cuyos beneficiarios serán los empadronados en Vizcaya, menores de 65 años y con un grado de minusvalía igual o superior al 21%. También el Gobierno de Navarra, a través de la Agencia Navarra para la Dependencia, ofrece una subvención a personas menores de 65 años con certificado de discapacidad, empadronados en la provincia con dos años mínimo de antigüedad, y cuya renta per cápita no supere los baremos establecidos.
En Andalucía son los mayores de 65 los más beneficiados. Quienes superen dicha edad pueden acogerse a un programa que les permite obtener audífonos en ciertos centros auditivos habilitados. Así, los titulares de la tarjeta “Andalucía Junta Sesentaycinco” pueden disfrutar de bonificaciones en la adquisición de audífonos. En Cataluña se pueden solicitar ayudas a través del Programa Unificado de Ayudas (PUA). Las ayudas se limitan a la adquisición del aparato, y las pilas, reparaciones y otro tipo de equipos no son objeto de ningún tipo de subvención en todo el territorio nacional.
Requisitos
Para beneficiarse de este tipo de ayudas los solicitantes deben de cumplir una serie de requisitos:
- Tener reconocido un grado de discapacidad de al menos un 21% o 33%, según cada territorio autonómico
- La discapacidad reconocida debe estar relacionada con la ayuda solicitada
- Las personas discapacitadas mayores de edad deben haber contado con ingresos personales íntegros en el año que no superen la cantidad estipulada por cada autonomía, así como no tener deudas con la comunidad, y estar al corriente en las obligaciones tributarias y de la Seguridad Social.
Desde las instituciones privadas también se canalizan ayudas, aunque su cuantía es menor
Las ayudas se pueden obtener también a través de organismos públicos como en el caso del Instituto Valenciano de la Sordera, que ofrece descuentos del 15% sobre el precio de la tarifa general en pago al contado. Las condiciones de esta financiación son de un tipo de interés al 0%, con un plazo máximo de amortización que alcanza los 18 meses. Y en determinados territorios, como en el País Vasco, las Mutuas de Trabajo se hacen cargo de la financiación de los audífonos, al considerarlos como “una prótesis necesaria tras ser reconocida la enfermedad profesional”.
Desde instituciones privadas también se canalizan ayudas de este tipo, aunque la cuantía es más limitada: la “Fundación Ayuda a la Audición” ofrece audífonos a precios subvencionados. También se puede encontrar financiación en algunos centros auditivos que permiten el aplazamiento de pago durante un periodo que oscila entre los dos y cuatro años con tipos de interés inferiores a los que marca el mercado financiero, entre el 4% y 6%. Algunos de estos centros disponen incluso de tarjetas cuyo uso genera beneficios y descuentos en la compra de material auditivo: 40% en la compra de pilas, 50% en la compra de un molde auditivo y spray auditivo, o paquetes de filtros de repuesto gratuitos, así como otra serie de descuentos en reparaciones.
La prestación se resuelve mediante el reintegro de los gastos al usuario, y bajo prescripción facultativa del especialista. El procedimiento para la adquisición de las subvenciones varía en función de la comunidad autónoma en que se solicite, por lo que lo más aconsejable es acudir a las direcciones generales de los Servicios de Salud donde se darán las indicaciones precisas para su obtención.
Las solicitudes deberán ir acompañadas de los siguientes documentos o certificados:
- Acreditación de ser beneficiario de las prestaciones del Sistema Nacional de Salud (fotocopia de la cartilla sanitaria donde aparezca el titular y el beneficiario).
- Prescripción e informe clínico por parte del especialista.
- Factura original del centro auditivo donde se adapte el audífono (ésta debe incluir I.V.A y N.I.F de la empresa).
- Solicitud de reembolso firmada por el usuario o su representante legal en el que conste el N.I.F del perceptor, así como los datos completos de su cuenta bancaria.
Los niños que reúnan los requisitos para recibir la subvención pública necesitan que un especialista en otorrinolaringología firme los documentos de solicitud pertinentes. Hay que reseñar que los hipoacúsicos son las personas que tienen más de 50 decibeles de pérdida auditiva, siendo el decibel la unidad de medida de la intensidad sonora, que en el caso de la sordera supone más de 75 db.